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lunes, 11 de diciembre de 2023

Gaza, ‘si tengo que morir’

 

"Si tengo que morir,

tú tienes que vivir

para contar mi historia,

para vender mis cosas,

y comprar un trozo de tela

y algunas cuerdas,

(hazla blanca y con una larga cola)

y así un niño, en algún lugar de Gaza,

cuando sus ojos miren al cielo

buscando a su padre que se fue en una llamarada

sin despedirse de nadie,

ni siquiera de su carne,

ni siquiera a si mismo—

verá la cometa, mi cometa hecha por ti, volando

alto alto

y pensará por un momento que viene un ángel trayéndole amor.

Si tengo que morir

deja que ella traiga esperanza

deja que cuente la historia"


(Traducción Luz Gómez García)


Fatalidad, del 'fatum' latino, es el destino que nos gobierna. No intervenimos en nuestro nacimiento y, salvo excepciones, tampoco en nuestra muerte. La combinación atómica y la genética, así como la arquitectura de nuestra mente nos determinan, son previas a nuestra constitución como humanos inteligentes y sintientes. Cómo comprender el mundo que nos gobierna. Esa fatalidad nos resulta singularmente dolorosa cuando el destino está gobernado por fuerzas que los propios humanos desatan y deberían controlar. Gaza.


Son tantos los asuntos que interfieren en nuestro destino que nuestra mente simplifica para vivir con cierto sosiego. La carga sobre el maltrecho mundo, sobre la voluntaria maldad, no queremos asumirla. Nos decimos, simplemente, hay buenos y malos. Y tomamos partido. En ocasiones con pasión, sin que nadie nos lo pida.


Asistimos aterrados ante la brutalidad de la guerra en Gaza. Muchos la arrumban en el desván del no querer mirar, del no querer saber, para seguir con la propia vida.



Para cualquiera que quiera mirar, las imágenes del 7 de octubre en los kibutz fronterizos de Israel con Gaza son terribles. Una inhumana crueldad programada en la que participaron población civil y militantes de Hamás. Una crueldad que ha persistido en el intercambio de rehenes, cuando la población gazatí se abalanzaba sobre las mujeres y niños secuestrados el día 7 que eran llevados por la Cruz Roja de vuelta a Israel. Un dolor que persiste en los testimonios ante las cámaras de quiénes sufrieron sevicias. Casi todo está documentado, solo hace falta voluntad de saber.


En las grandes manifestaciones de las capitales europeas y americanas en contra de Israel esos hechos aparecen como inexistentes. Lo mismo sucede en muchas de las crónicas que los corresponsales de los periódicos envían. Espero que no tarde mucho un documental bien informado sobre lo que ocurrió en el Hospital Al Shifa: el origen del misil, el lugar exacto donde cayó, la cifra real de muertos, la conferencia de prensa del equipo in situ de Médicos sin fronteras, las primeras planas del día siguiente, la rectificaciones en los días posteriores. Un caso paradigmático.



No hace falta hablar de la brutalidad del ejército de Israel porque está en la primera página de periódicos y telediarios cada día. Aquí sí que las imágenes hablan por sí solas aunque a menudo se les hace decir más de lo que contienen. No hay que hacer el esfuerzo de ir a buscarlas. Pero sí cabe hacer preguntas. La primera es si los 2,3 millones de habitantes de Gaza son culpables hasta el punto de ver destruidos sus hospitales, sus viviendas, la ciudad entera, sus vidas. Una población entre dos fuegos, escudos humanos para Hamás, que oculta en grandes subterráneos bajo viviendas, hospitales y escuelas su material de guerra, su estructura, víctimas colaterales para la furia de Israel.


El poema que precede a esta nota es del poeta palestino Refaat Alareer, amante de Shakespeare, islamista, quien murió en un bombardeo israelí en Gaza el 8 de este mes.


¿Deberíamos adoptar el punto de vista antisionista de Refaat Alareer? ¿Entonces también el de amigos y familiares de la joven alemana israelí Shani Louk, cuyo cuerpo semidesnudo y aparentemente sin vida exhibieron los milicianos de Hamás el día 7 de octubre?


Si los asuntos del mundo no se dejasen someter al dualismo ramplón de la perezosa conciencia, no veo un tema más complejo que este. Casi todo en el asunto de Gaza es obsceno, empezando por nuestra sucia mirada.




viernes, 2 de junio de 2023

Bórrese este día

 

hay días que no deberían existir que deberíamos borrarlos del calendario decretar su inexistencia si hoy es día 2 deberíamos pedir que del uno se pase al 3 dejando estas 24 horas en blanco que nada de lo que en ellas tenía que suceder haya sucedido en las hojas con los días de cada mes debería haber algún día borrado o al menos a lo largo del año que la vida continuase tal como sucedía el día anterior enlazando con el siguiente


nada más levantarme temprano ha aparecido una notificación en el móvil T anunciaba al grupo que su padre J acaba de morir teníamos planeado hacer juntos una semana en Pirineos y tres más luego en Georgia el sábado pasado había hablado con él en la ruta por el embalse de Ullibarri Gamboa en Álava no creo que hubiese alcanzado los cincuenta y cinco fresco lozano juvenil un golpe que nadie esperaba luego he salido en bici los caminos están bastante secos a pesar de las lluvias de estos días pero había un charco embarrado en uno que cubría todo el espacio por donde había de pasar he querido evitar el agua al girar la bici me ha lanzado sobre el barro cayendo sobre el brazo y el hombro derecho el dolor ha sido intenso no sabía si tenía algo roto cuando me he recuperado he seguido para ver si podía aguantar lo he hecho aunque dolorido quizá no podré hacer lo que tenían previsto la ruta de Madrid a Guadalupe y de Guadalupe a Sanlúcar


de vuelta he bajado a comprar cosas para prepararme para el viaje a pesar del dolor entonces me he encontrado con V al que no veía de hace tiempo y me ha contado lo de su amigo un avezado ciclista que se conocía todos los puertos y picos de España que ha ido midiéndolos para que costasen en los mapas tenía más edad que J rondando los 70 y que acababa de fallecer subiendo un puertecillo su corazón dejó de funcionar bórrese este día




miércoles, 10 de mayo de 2023

La vida en dos semanas

 


A veces una vida no dura más de dos semanas. Nos quejamos de nuestra corta vida, tan pocos años en el discurrir del universo. Sin embargo no llevamos cuenta de la cantidad de vidas vividas en el breve periodo de tiempo cósmico en que estamos vivos. La conocí en un país extranjero. Era alta, era joven, quizá no tanto, sonreía. Basta una mirada sostenida para que se ponga en marcha el laboratorio de nuestro cerebro. Entonces la vida comienza. Hay ciudades y playas, mercados y montes, un río salvaje y ruinas por los que se camina juntos. El resto de países desaparecen, las estrellas y los planetas, porque los pasos se han acompasado en ese pequeño país extranjero. No solo los pasos, los ojos, los brazos, el cuerpo entero inventa un lenguaje que cada uno sabe interpretar. Un lenguaje privado al que los demás no están invitados. Un lenguaje que a veces se superpone al de la conversación hablada. El raro placer de estar dialogando en dos idiomas distintos a la vez, en los que se habla de cosas diferentes, en uno de referencias en el otro de suposiciones. Falta un tercero, el mudo placer de los cuerpos trenzados que no siempre se encuentran. Por qué, uno nunca lo sabe. En esas dos semanas caben todas las esperanzas y decepciones, todas las tristezas y alegrías de una vida. Al mapa del país extranjero se superpone el mapa que los amantes van dibujando, cuyas líneas trazan las horas previas al dulce sueño y cuyos colores brillantes u oscuros va dibujando la luz del día.


Tras las dos semanas uno vuelve al páramo donde la vida seca continúa. Pero si uno está atento, habrá otras dos semanas en otro país extranjero.



jueves, 30 de marzo de 2023

Vientres alquilados

 

Nos escandaliza la prostitución, la indignidad de la mujer que vende su cuerpo, pero ¿deberíamos prohibirla? Si lo hiciésemos beneficiaría nuestro bienestar moral, estaríamos mucho más a gusto con nuestra buena conciencia, ¿en qué ayudaríamos a las mujeres que se prostituyen? ¿alguien ha planteado un fondo nacional para rescatar a las mujeres que no quieren hacerlo?, incluso a nivel particular, como renovados trinitarios rescatadores de presos de Argel, ¿no podríamos pensar en entregar fondos a una ONG trinitaria que rescatase una a una a las mujeres secuestradas por la mafia de la trata? De ese modo nuestro buen pensar se apoyaría en la nobleza del activista.


¿No sucede algo parecido con las mujeres que se prestan a la llamada maternidad subrogada? Lamentamos que lo hagan, decimos que mancha su dignidad, pero entonces ¿por qué no hacemos una proclama, acompañada de una ley, que diga que a cualquier mujer que haya sido tentada por el embarazo de alquiler, por cuenta de españoles, sea en el país que sea, se le proporcionará la misma cantidad de dinero que se le ha ofrecido para que libere su cuerpo? Aunque, entiendo, que antes deberíamos aclarar por qué tenemos una ley que no castiga el aborto, ya que proclamamos que el cuerpo de la mujer es suyo, y no hacemos la misma proclama para las mujeres que deciden alquilar su vientre bajo la misma premisa, que el cuerpo es suyo.


Hay otra cuestión, tantos niños no adoptados. Pero si a alguien se le pide que no alquile vientres y que adopte a un niño, ¿por qué no se le pide a quien engendra del modo tradicional que deje de hacerlo para adoptar a uno de esos niños?



jueves, 23 de marzo de 2023

Palabras infecciosas

 


Ser Francisco el Papa, ser Pedro Sánchez presidente, ser la joven Ayuso. Si uno conoce a alguien que ha sido elevado un escalón o dos o tres por encima del suelo donde el resto pisa con inseguridad y flaquezas ve las propias inseguridades y flaquezas de ese individuo, elevado por un uso diferenciado de las palabras. Las palabras hacen al hombre público. No hay una diferencia sustancial entre ese individuo y tú, dentro de poco una capa de tierra os cubrirá a los dos y nada quedará registrado sobre vuestro paso en la tierra salvo alguna mención en papeles que arderán o voces o imágenes cuyo soporte se irá degradando hasta desaparecer. En el uso inflado de las palabras está la diferencia.


Y sin embargo ahí está Paco apareciendo en la ventana del piso alto con los brazos separados en cruz, la túnica blanca, los botones dorados y el capelo en la coronilla, ascendido, alejado de la multitud que abajo le aclama dando por buena la distinción, porque ese hombre mortal y olvidable contiene dentro de sí una palabra sanadora que posterga alivia o depone la mortalidad. A sabiendas de que eso no es posible, Francisco la pronuncia y la gente de abajo lo acepta: 'Inmortales, nos veremos a la diestra de Dios padre por toda la eternidad'. Suben en andas a Francisco y lo pasean por calles multitudinarias, le construyen una ciudad entera para sí, un recipiente tan grandioso que no pueda ser olvidado. En algún momento se traspasa un limite: no puede Francisco ser Papa sin sentir que su naturaleza es distinta a la de los demás; y como rey lo llevan a países y continentes para repetir su palabra inflada, adornada en cada ocasión. 'Arrepentíos, culpables, y el cielo será vuestro'. ¿Pero quién cree en las esferas inmarchitas de la bienaventuranza sino los pocos ilusos que aún quedan? ¿Apostarías cinco centavos por ellas? Pero ahí llegan en tropel las hormigas soldado ascendidas, con el ingenio listo para mantener la necesidad de su puesto en el Gran Organigrama y preservar el salario que les alimenta, listos para forjar cielos más asequibles en la Tierra amenazada de la promesa. Ahí están, es su oficio: largas interminables palabras hueras.


Desde que sánchez el presidente y ayuso la joven ascendieron el primer escalón que lleva al cielo de Francisco el Papa (el sueño truncado de tantos Iglesias/Abascal) y dijeron: 'Haré, confiad en mí', y ocuparon su despacho, al que se accede con agenda y cita, una tropa de consejeros leguleyos y correveidiles les transporta en una nube blanca algodonosa y mullida que les evita poner pie en suelo. 'Confía en mí, mira conmigo el ensuciado verde prado', y su mano abierta muestra el horizonte: 'Restauraremos la virginidad de la Tierra mancillada por tu culpa'. Que otra cosa podrían hacer para contrarrestar las ominosas cifras de la contabilidad y la estadística. No hay otra, palabras infecciosas o estadística. ¡Oh che dolce cosa è questa statistiche!


Entre todos los sirvientes del cura paco, el bello sánchez y la ayuso virginal, los primeros reclutados y los más invisibles son los que despojan a las palabras de su uso utilitario, las adornan y retuercen con maestría técnica para que resplandezcan como sobrias verdades. Lo que distingue a aquel muchacho de Buenos Aires que jugaba al fútbol con pandilleros de calle o al joven madrileño que empujaba la pelota hacia el aro en la cancha en un barrio o la chica que jugaba con muñecas es haber dado con la palabra de doble faz: ilusión y culpa; cree, arrepiéntete. Tanto el lenguaje religioso como el político atan el cumplimiento de la promesa a la necesaria confesión de culpabilidad. Es así como hombres corrientes, el cura Paco el bello Sánchez la virginal Ayuso, fundamentan su poder en la doble faz del bautismo culpable: reconocerse esclavo y adoptar el hámster de la ilusión: el eterno retorno de la inverosímil promesa. Para eso están los técnicos lingüistas reconvertidos al marketing: mantener viva la religión, hacernos culpables, crear tabús, señalar a los malos, ascender al elegido, preparar los rituales. Aunque hay un problema: todas las palabras están gastadas.




domingo, 26 de febrero de 2023

Buenas malas leyes

 



Nunca se sabe cómo las leyes bienintencionadas pero poco realistas van a resolver un problema económico o reformar la sociedad en el sentido que los legisladores desean. Estamos en un período de profusión legislativa: la ley del sí es sí, la ley trans, el control de precios del alquiler.


En la historia hay muchos ejemplos de cómo la promoción de leyes aparentemente beneficiosas para un sector social acabaron por hundirlo. Hacia 1700, cuando comenzaba la revolución industrial en Gran Bretaña, el Imperio Mogol de la India, que para entonces estaba bajo el control de la Compañía de las Indias Orientales inglesa, era el mayor fabricante y exportador de bienes del mundo. Sus tejidos de cretona, algodón y calicó eran baratos y provocaron una revolución en el consumo en la Europa crecientemente urbana. La industria artesanal británica que producía prendas de lana puso el grito en el cielo.


Pastores, tejedores, tintoreros e hilanderos de la mano de políticos locales obligaron al Parlamento a dictar la primera de las leyes del calicó, que primero restringieron y luego prohibieron la importación y venta de productos acabados de algodón. Lo que parecía una victoria de los trabajadores de la economía tradicional acabó siendo su ruina: el algodón en bruto de las plantaciones esclavistas de Norteamérica inundó el mercado para llenar el vacío. Fue el impulso definitivo para las fábricas textiles, a la vez que destruían por completo la industria textil artesanal.


lunes, 20 de febrero de 2023

Olona

 

Ayer, parece que fue un pequeño acontecimiento la entrevista -si es que lo fue- de lo évole a la Olona. No la vi, como no veo el intermedio ni veía polonia, en la sexta y en TV3, u otros pozos estancos, aunque sean útiles para calibrar el estado moral de estos días. Me aburren, como me aburren, en general, las películas de terror: es el caso del descenso a los infiernos de la deshumanización del adversario y de la propia degradación de quienes participan en esos programas. El caso es que, tras esa entrevista, la sexta sacó imágenes de la limpieza del estudio donde había estado sentada la Olona, una especie de fumigación (se puede ver aquí). Primero la usan para que vomité ponzoña, una persona cuya carrera política se ha desvanecido, y que debe de estar pasando un mal trago personal tras el descenso del éxito mediático a la nada, y luego la desprecian, es decir desprecian su debilidad para hacer política emocional con ella. Un periodismo o una política despreciable que en este país no tiene castigo.


Ya ha ocurrido otras veces. Recuerdo la navaja de un vecino esquizofrénico de El Escorial que utilizó la ministra Reyes Maroto (“No os podéis imaginar lo duro que es”) para hacer campaña en unas elecciones de Madrid. La ministra ahí sigue, ahora como candidata a la alcaldía. No hay políticos en la oposición que se lo recuerden cada día hasta hacerla dimitir, quizá porque piensen que ellos mismos pueden utilizar tácticas semejantes cuando les llegue el turno. Si utilizan procedimientos emocionales goebbelsianos de deshumanización es porque desconfían que la deliberación racional, en la que se fundamenta o debería fundamentarse la democracia, pueda producirles réditos, o simplemente carecen de argumentos para impulsarse hacia los lugares del poder.



domingo, 19 de febrero de 2023

Progreso moral

 

La conciencia no sigue un patrón lógico de antecedentes y consecuentes, deambula de habitación en habitación: húmedas y secas, cerradas y abiertas, hediondas y perfumadas. Así el progreso moral: retrocede y toma impulso, cae en las simas de la deshumanización y escala con gran esfuerzo hacia superficies ventiladas. El estado moral de una época se manifiesta en los hechos históricos. El terremoto en Turquía y Siria está siendo devastador, pero salvo el primer día ha dejado de estar en primera página, el lugar que ocupan los asuntos de preocupación pública. ¿Por qué se vinieron abajo como castillo de naipes los edificios de las ciudades? Las técnicas de construcción han avanzado mucho, en zonas sísmicas se tienen en cuenta. No hay democracia sin ley ni responsabilidad política y judicial. Siria parece un caso perdido, no por culpa de los abandonados sirios, pero Turquía es un socio de Europa.


La guerra en Ucrania aparece y desaparece de las primeras páginas. Sigue la voluntad de destrucción por parte de Rusia (de Putin habría que decir, aunque Rusia se haya entregado a Putin): destruir ciudades y viviendas, matar gente, torturar, violar para quebrar la voluntad de soberanía de un país. Una agresión premeditada e inmotivada. En la conciencia moral de la humanidad no se han despejado las brumas que impiden ver con claridad. Tras la Segunda Guerra Mundial tribunales decidieron qué estaba bien y qué estaba mal en el trato entre países, qué era permisible y qué no. Cuando estalla una guerra volvemos a caer en las simas del horror, retrocedemos a los tiempos anteriores al derecho y la ley. Por eso Occidente tiene razones para apoyar a Ucrania. Todos queremos ver caer al monstruo del Kremlin. Habermas plantea preguntas pertinentes. ¿Hasta dónde ha de llegar Europa en su apoyo a Ucrania? ¿Una ayuda para derrotar a Rusia o solo defensiva en busca de una paz negociada? La más importante no la plantea con claridad: ¿qué hacer para detener la máquina de guerra que tritura a tanta gente? ¿Hay una causa que justifique los miles de muertos, inocentes o no quién les devolverá la vida? ¿Debemos aconsejar a los ucranianos someterse al régimen de Putin con tal de no morir? Habermas, el gran filósofo, balbucea (como yo).


También en la política pequeña el curso de la moral se abisma y reflota sin seguir la línea recta de progreso que se le supone. En la política española estos tres artículos (uno, dos y tres) analizan correctamente qué supone el caso catalán, cómo nos afecta a todos, el grave peligro de volver a un período preconstitucional.


sábado, 4 de febrero de 2023

Una época sin colosos que derribar

 


Cuando el antiguo orden se desmorona rápida y drásticamente, la época dorada da paso a una época de hierro: si no hay comunidad no hay nada que desafiar, nada que alimente el dinamismo, si no hay nada sino transgresión, no hay nada que dé a los actos de transgresión el sentido común, la sustancia y el significado que los convierte en algo más que simple autoindulgencia”. (Ross Douthat citando a Robert Nisbet)


Buena parte del éxito de la Transición y del optimismo de la generación boomer, implicada en el tránsito hacia un país moderno, con Europa en el horizonte, se debió a la potencia de las figuras a derrocar. Franco era una imagen más poderosa y real que el hombre que la sustentaba. La propaganda del régimen al unísono con la de la oposición hicieron un coloso del hombrecillo del Pardo. Lo mismo había sucedido en Europa con otros líderes menos nefastos pero igualmente poderosos como Charles De Gaule, Margaret Tatcher o Ronald Reagan.


Ahora no existen tales figuras. Cómo construir una personalidad rebelde, destructora y constructiva a la vez, frente a líderes licuados como Mariano Rajoy, ZP o Joe Biden, o frente a liderazgos espectrales como Macron o Boris Johnson -el propio Trump era un trampantojo- o frente esa réplica de sí mismo que se repite incansable en los sucesivos e interminables pantallazos de su propio espejo que es sánchez.


Para comprender la tiritona de este tiempo huérfano no hay como contraponer la figura de Adolfo Suárez o de Felipe González a la de Franco. ¿Cuál es la Némesis a la que se enfrenta Sánchez? ¿Qué figuras podrían derribar los jóvenes actuales? Solo derriban figuras de bronce de un pasado remoto.


No hay verdaderos debates en la cancha política porque no hay ideas fuertes enfrentadas con respecto a qué construir. En la discusión política, todo huele a habitación rancia sin ventilar con gritos inaudibles tras las paredes afelpadas. No hay una tensión agonística entre dos modelos como para construir algo sólido, solo populismo con ideas espantajo sin ningún atractivo social: ¿el procesísmo catalán qué pretendía, qué fue de él?, ¿la coalición variopinta del gobierno, con su ley trans para unos pocos, a qué mayoría puede entusiasmar? Quizá Putin para Europa (especialmente, claro está, para rusos y ucranianos) sea el coloso a derribar. Solo un 5% de la población rusa se opone al régimen de Putin; esa es la diferencia que hace que una generación se convierta en heroica.


Los fascismos y los comunismos hace mucho tiempo que dejaron de existir, pero los politicuchos del populismo necesitan sus espectros para tener algo contra lo que simular: espectros es lo que necesitan porque no tienen nada que ofrecer a cambio. No tienen ningún plan que ofrecer frente al dominio del liberalismo contemporáneo. Fukuyama tenía razón.




domingo, 8 de enero de 2023

Creencias destrucivas -5

 

"La historia del espíritu de los siglos XIX y XX ha ilustrado lo frívolo que sería subestimar la capacidad de aparición espectral de dioses olvidados... En la modernidad el cambio de forma de los dioses trasciende el campo religioso. Lo que ha desaparecido como religión puede volver como política ideológica, como magia escénica, como maravilla de la técnica y como pandemia informática". Peter Sloterdijk en 'Hacer hablar al cielo')


Las culturas hasta hace poco se organizaban en forma de tribu o de etnia... Colocaban a los seres humanos en un espacio de confianza rodeado de un anillo de lo desconocido no seguro; entre las esferas de lo conocido y de lo inquietante del más allá navegan los caracteres anfibios, como los curanderos y videntes, que tienen conocimiento de ambos mundos...”


Los seres humanos de todos los tiempos y regiones se mantienen en recintos de expectativas que en tiempos recientes prefieren llamarse 'constructos sociales' o 'sistemas de interacción' (Peter L. Berger y Thomas Luckmann en La construcción social de la realidad (1966)...”


Sloterdijk los llama 'estructuras de plausibilidad'. Y Karl Barth sistemas de inmunidad de las masas egoístas a las que se llama pueblos. El asunto es detectar las actuales fabulaciones y preguntarse en cual de ellas hemos caído.


Un ejemplo. “El nacionalismo forma parte de la política ideológica de la modernidad, es un sistema de creencias… Y una vez que esas creencias se han ido instalando en las personas, se han convertido en mitos, en creencias no reflexivas, es una fuerza imparable… El nacionalismo como una pulsión patológica, violenta, destructiva”.


sábado, 7 de enero de 2023

Había uno que sobraba - 4

 


Advierte Sloterdijk sobre el masoquismo ontológico, la entrega a ideales absolutos como la doctrina de la predestinación creada por Agustín de Hipona o los derivados místicos extremistas, ejemplificados en creyentes incondicionales como Ignacio de Loyola o Francisco Javier, o idealistas alemanes como Fichte. La autoaniquilación como victoria definitiva sobre sí mismos. "Tendían a creer que ante la presencia simultánea de Dios y yo había uno que sobraba"-


Los mortales en sus fases de debilidad buscan la ayuda de fuentes superiores de poder, y recurren a sacrificios suplicatorios que no por primera vez en la Ilustración se interpretaron como intentos de sobornar al más allá... Si uno mismo se corta un dedo, quizá los dioses renuncien a tomar el ser entero”. La objeción de Platón: el bien no quiere ser sobornado con dádivas, ni corrompido con 'hechizos de plegarias', sino que quiere ser entendido en el espíritu.


Los seres humanos existen como seres antropopoéticos... Impulsan su devenir humano adaptándose a las ilusiones que se hacen con respecto a lo que ellos consideran lo superior. Desde hace mucho tiempo son conscientes de que hay algo en ellos que va más allá de ellos. Pascal resumió la experiencia del ser-abierto-hacia-arriba en la frase "el ser humano supera infinitamente al ser humano".


Lo contrario también es cierto, que el ser humano rebaja al ser humano hasta lo insondable. Ejemplos de lo primero a lo segundo: de las pirámides de Egipto a la shoah y el gulag.


Las religiones son constructos teopoéticos de facto, cuya característica fuerte consiste en hacer todo lo posible para evitar su comparación con mitos, cultos y ficciones de otras culturas”.


A partir de la Antigüedad tardía, la poesía se convirtió en una pasión occidental tan plausible como inútil, la tendencia a liberarse de la función lingüística descriptiva, y a veces también la evocativa, tal como aparece en himnos y plegarias, para convertirse en lírica, en invocación cantada o en forma de canto de autoexpresión independiente”.


Sloterdijk pone ejemplos. Las confesiones de San Agustín. Hildegard von Bingen. La leyenda Aurea de Santiago de la Vorágine, hasta llegar a Il decamerone de Giovanni Boccaccio (1353) donde la prohibición de la curiosidad queda superada.


En un mundo dominado desde el lado religioso por la mentira piadosa, y desde el político, por la alabanza falsa… buena parte de lo que en la Europa posterior a la reforma se llamará 'cultura' ha de entenderse como sistematización de la hipocresía”.


Citas tomadas de Peter Sloterdijk, 'Hacer hablar al cielo'



viernes, 6 de enero de 2023

Karl Barth: La religión es una manifestación de la falta de fe - 3

 



Hubo un hombre que fue testigo de lo que ocurrió en Europa en 1914 y que intuyó lo que iba a suceder después y se dejó llevar por su espíritu profético. Siendo joven vivió los horrores de la Gran Guerra. Creyó tener una revelación dirigida expresamente a él. La religión, dijo, es una manifestación de la falta de fe. Y las religiones organizadas una creación de los ladrones. Con 36 años escribió un libro profético, el Comentario a la Carta a los romanos de Pablo de Tarso. Una requisitoria radical contra las religiones. Estaba convencido de que existía la verdad y esa verdad la representaba el cristianismo pero no la Iglesia.


Si alguien piensa que estamos curados de esa herida espiritual estará equivocado porque la necesidad que como hombres tenemos de una vida y un sentido organizados sigue siendo la misma. Nuestro cerebro y nuestro lenguaje no han evolucionado lo suficiente como para prescindir de los dioses. Simplemente vamos cambiando nuestra dependencia. Nuestras religiones mayoritarias son las ideologías políticas, nuestros ídolos son de barro.


Las religiones son maniobras de los seres humanos en interés de su autoprotección y presuntuosidad; peor aún: de su autoendiosamiento. Se manifiestan, por regla general, como construcciones de apoyo a violencias políticas y crímenes organizados. ¿Y no se había preguntado ya Agustín si los Estados son algo diferente de grandes cuevas de ladrones? Y, si fueran un poco mejores que las organizaciones criminales, lo serían solo en la medida en que se encargan de la administración de justicia”.


"La religión es falta de fe: la religión es un negocio, hay que decirlo francamente; el negocio del ser humano sin Dios"... "No podemos traducir a lo humano, por decirlo así, la sentencia divina: la religión es falta de fe... hemos de interpretarla como una sentencia divina que esté y valga sobre todo lo humano". Karl Barth en 1937.


La segunda guerra, más devastadora, le pilló mayor. Karl Barth era un hombre de la Iglesia Reformada. Dedicó su vida al púlpito y a la teología. En la Segunda Guerra Mundial vió la debilidad del hombre, incapaz de salir de la infancia, de valerse por sí mismo, constató la necesidad de ídolos y religiones y, en consecuencia, hizo una enmienda a la totalidad de lo que había pensado de joven publicando su opus maximum, La dogmática eclesial, trece gruesos volúmenes que se apilan entre 1932 y 1967. Karl Barth se dio cuenta de que el hombre a día de hoy no necesita la revelación profética sino consuelo.


Karl Barth llevó al extremo la creencia en la gramática [un sustantivo seguido de predicados. "Temo que no nos libraremos de Dios porque seguimos creyendo en la gramática". Nietzsche], en tanto que interpretó el cristianismo de corte evangélico como acto de revelación del sujeto divino más allá de todos los accesorios humanos, teopoéticos y culturales. Si el cristianismo había de ser el acontecimiento de la verdad drástico por antonomasia, no debía tener nada en común con la religión en sentido general -ni como culto de lamentaciones de los perdedores, ni tampoco como agotamiento de los excedentes vitales de los colectivos, ni como vivencia edificante del Dios de los individuos-, y desde luego absolutamente nada con ese tipo que quisieron haber experimentado algunos cristianos en agosto de 1914 con el estallido de la guerra, muy a disgusto de Barth. Tenía que ser semejante al impacto de un meteoro, no al desarrollo de un culto establecido. No podía tener ya nada que ver con él 'servicio religioso', al que puede asistirse ocasionalmente, de una comunidad aburguesada, y, menos aún, con el culto de una Iglesia estética, convertida en sala de conciertos para ánimos religiosamente musicales”. Peter Sloterdijk en 'Hacer hablar al cielo'.


jueves, 5 de enero de 2023

Que la vida iba en serio - 2

 


Que la vida iba en serio

uno lo empieza a comprender más tarde...


Lo que tienen en común Séneca y Jesús es la convicción de que ya es tiempo de comprender la seriedad de la vida: su carácter definitivo, su condición de carga, su brevedad y su dependencia de las decisiones. La inconsciencia diaria es una máscara del fantasma atemporal de la indestructibilidad”.


"Puede que Paul Valéry tuviera razón cuando hizo notar que nuestros antepasados se apareaban en lo oscuro con todo tipo de enigmas y hacían hijos de extraña apariencia. Solo se equivocó en que no solo nuestros antepasados, sino también nuestros contemporáneos abrazan el enigma para engendrar fantasmas".


Allí donde aparece la 'religión', entra en juego la impotencia”.


Por qué, por qué la humanidad ha sido tan crédula, durante tanto tiempo (aunque quizá no tanto). Michael Shermer habla del cerebro humano como The Believing Brain, gracias a planificaciones innatas, el cerebro se ha ido construyendo como un aparato para la producción de convicciones.


Para los seres humanos después de la Ilustración es casi imposible volverse completamente incrédulos. Nietzsche reconoce la silueta de Dios en la sintaxis de las lenguas europeas que juntan un predicado con un 'sustantivo'... Al sustantivo, un algo parmenídeo, que filosóficamente se llama un ente, se le añaden atributos que vuelven la sustancia móvil colorista potente y activa. Creer 'todavía' en la gramática significa creer en la omnipresencia del obrar. Esa creencia es la que nos fuerza a pensar en un actor para un acontecimiento, en un emisor para un signo, en un autor para una obra y en un creador para un universo. Hegel llamó espíritu al sujeto sustancialmente activo”.


Citas tomadas de Peter Sloterdijk, 'Hacer hablar al cielo'


martes, 3 de enero de 2023

Añoranza de la noche habitada - 1

 


1. El pánico del adolescente, cuando de pronto se siente solo bajo el cielo nocturno, es comparable al de los primeros hombres que se dieron cuenta de que no había nadie más en el cosmos, nadie que pudiese protegerlos, huérfanos de un Padre que nunca existió. ‘La noche es la madre de la religión' (Feuerbach).


2. Cuando llegamos a un punto muerto en nuestras discusiones, tratando de dar respuesta a las grandes preguntas, echamos en falta la teología, el sistema que ordenaba el mundo. Durante siglos los seres humanos convivieron con la buena nueva de la superación de la muerte que les prometía el cristianismo.


3. De ahí la tentación de poner nuestra fe en un hombre divinizado que actualice la promesa.


4. No importa la estatura moral del hombre al que divinizamos sino la emoción profunda que pone en marcha su aparición.


5. Una vez que los dioses se desvanecieron, cualquiera que intente ocupar su lugar resulta risible. Tras su máscara se esconde un corruptor.


6. Durante un tiempo -el instante de la razón-, ingenuamente creímos que la ley podría ocupar el lugar de Dios en los enmarañados interrogantes sin salida.



Hay que partir de la observación histórica según la cual la mayoría de los cultos de revelaciones locales han desaparecido, a pesar de que su concepto implícito habría exigido su validez con independencia del tiempo. ¿Cómo entender que verdades reveladas, y con ellas todas sus celebraciones rituales y sus grupos de prosélitos, aparecieran, florecieran y desaparecieran? ¿En qué criptas, en qué pabellones conmemorativos están depuestas las palabras extinguidas de los dioses? ¿Como imaginar el archivo (en expresión más fuerte: el almacenamiento definitivo) de las innumerables teopoéticas derogadas?”. (Peter Sloterdijk en 'Hacer hablar al cielo')




domingo, 1 de enero de 2023

Danzad, malditos

 



La mitad del mundo recibe al año nuevo bailando, la otra mitad mirando cómo se baila. El espíritu de la danza está ínsito en la voluntad de vivir.


Byrne (70) danza con trabajada elegancia, Miley (30) con una belleza en equilibrio sobre alzas de vértigo, ambos sobre la inestable cuerda del tiempo, un tiempo prestado.


De momento, lo que la alianza intergénero no ha conseguido es que David Byrne baile con tacones y falda de tubo. Miley Cyrus por contra estaría igualmente espectacular dentro del traje azul eléctrico y las zapatillas de Byrne, y más estable.


Declaró abierto el año de la amistad intergeneracional e intergénero.