viernes, 11 de junio de 2021

Porteadoras

 


Cientos -no sé el número- de familias marroquíes viven del libre tránsito entre las ciudades marroquíes cercanas y Ceuta y Melilla. También beneficia a los comerciantes de esas dos ciudades.


Ya es bastante mala suerte nacer en el país equivocado como para que además se haga imposible la vida a quienes -porteadoras- viven de las migajas de los intercambios que se producen en el límite de la legalidad fronteriza. El gobierno español planea castigar en ellos -en ellas- al gobierno que los maltrata. Doble castigo pues, de ‘los malos’ (el país en el que han nacido y viven y que les trata como súbditos) y de ‘los buenos’ (quienes se dicen defensores universales de los derechos humanos)


Dificultarles así la vida es una incitación a asaltar las fronteras hacia Europa. Una incomprensible combinación de torpeza y maldad. Que alguien me diga en qué consiste la política progresista de un gobierno progresista.


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