No veo animación, me aburre, me infantiliza, pero he oído hablar tanto de esta película, tantos comentarios buenos, que me he puesto con ella. 100 minutos exactos. La vida está ahí para vivirla, no pienses en otra cosa. Claro, es lo que yo defiendo. Y tantos. Carpe Diem. Sucede que ese lema, ese dejarse llevar por la vida nos ha pillado en mal momento. ¿Alguien recuerda el comienzo de un año con peor pronóstico? Supongo que quienes vivieron las guerras, la civil y la mundial, tendrían algo que decir.
Esta peli Disney-Pixar va de almas que bajan del cielo para dar un propósito de vida a cuerpos desorientados. Dos mundos el más nítido terrestre de cuerpos sólidos pero de vida imprecisa y el flou celeste de formas evanescentes pero con caracteres definidos. El comienzo tiene un cierto interés, la magia que desprende la animación bien hecha, la definición de personajes, la música, la enseñanza, la competición, pero en cuanto asciende a los azules y rosas indefinidos del cielo... He hecho el esfuerzo de verla entera pero dándole a la pausa de vez en cuando para ver cuánto faltaba para acabar. Parece que del niño que debía haber en mi interior no queda ni rastro y bien que lo siento.
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