viernes, 27 de septiembre de 2013

27 (En la otra orilla)


            No puedo más. Me gusta su música, la cadencia de las frases, la mezcla de voces, pero nada más. He conseguido llegar  más allá del primer tercio del libro, pero no hay trama, ni tema –la nota laudatoria de la editorial dice que sí lo tiene pero hay que rastrearlo para darse cuenta-, y tanta espera me pone de los nervios. A otros libros los he dejado antes, con éste he tenido gran paciencia, queriendo comprobar qué veían en el los críticos -"La gran novela de la crisis"-, no quiero pensar que todos ellos sean amigos del autor. Lo peor es que tanta persistencia me lleva al aburrimiento, a las pocas ganas de meterme en otro libro. Sin embargo lo hago, leo: 
“Primero la parsimonia. Sentado en un sofá anchuroso y sabiéndose dueño de su casa, Valente Montaño miraba a través de un ventanal las dispersiones del campo”. 

            Joder, me digo, estos mejicanos, así comienza Daniel Sada, que no le tienen miedo al lenguaje y se ponen a inventar, a recrear las palabras, cosa que no hacemos aquí. Así que con dolor tengo que dejar, después de varios días y muchas páginas de paciencia, En la otra orilla, de Rafael Chirbes, eso que su anterior, Crematorio, mereció la pena, hasta el punto de convertirse en interesantísima serie televisiva. Aún así me sigo preguntando, al releer alguna de las adjetivas críticas recogidas por su editorial, si no habré tenido la suficiente paciencia .

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