viernes, 19 de diciembre de 2025

Esos tus sesgos

 




 

PROMETEO: Sí. Hice que los mortales dejaran de pensar en la muerte antes de tiempo.

CORIFEO: ¿Qué solución hallaste a este mal?

PROMETEO: Albergué en ellos esperanzas ciegas.

CORIFEO: Gran favor otorgaste a los mortales.

   (ESQUILOPrometeo encadenado (siglo V a. C.)

 

La mayor parte, si no todas las opiniones que emitimos en una conversación están sesgadas. Construimos frases que vienen a nosotros, conceptos que proceden de campos limitados por nuestra experiencia y de habilidades innatas que hemos heredado. Es decir, nuestra capacidad inventiva tiene límites. No podemos ir más allá de nuestros límites. Los creadores son aquellos que rompen los límites convencionales - un poco - y nos sorprenden porque vemos que se puede ir un paso más allá (Algunos van tan lejos que rompen nuestros esquemas mentales, pensemos en la cuántica).

 

Qué interés tiene lo que tú piensas - o lo que yo piense - de una manera u otra, que seas de izquierdas o de derechas, que firmes tal cosa o tal otra, si las ideas que profieres no son tuyas, las has captado en los ambientes que frecuentas, mediadas por tu propensión a inclinarte hacia un lado en vez de al otro. Tan solo en los asuntos muy muy pequeños en aquello que se puede medir y contrastar, aplicando criterios fijos, normalizados, se pueden afirmar cosas verificables y generalizables. Eso es la ciencia, pero cuando conversamos por nuestra boca no habla la ciencia, sino la creencia. Simplemente porque la mayoría no nos hemos especializado ni disponemos de instrumentos de medida, ni aplicamos un método científico a lo que observamos, empezando por nuestra propia manera de construir frases, solo emitimos opiniones mediadas.

 

Cuando conversamos ponemos en juego habilidades, memoria e inventiva, una esfera delimitada.

 

Es información, pero no me da conocimiento saber que todos estamos determinados por nuestros sesgos. De qué me sirve saber el parecer de tantos fanáticos, sean de un color o de otro, políticos o futboleros, machistas o feministas. Quizá saber si son más o menos que en otro tiempo sea una información válida si amplía nuestra capacidad de observar y actuar con criterios validados.

 

Lo que me interesa conocer son los mecanismos cerebrales que producen sesgos y fijaciones mentales, si varían en el tiempo, si se pueden reducir, si nuestra construcción mental los produce sin remedio. Hasta qué punto somos máquinas biológicas productoras de sesgos, hasta qué grado llega nuestra autonomía para pensar libremente sin sesgos. Nuestro cerebro no fue diseñado para deliberar sino para sobrevivir, para pertenecer a un grupo, para reaccionar rápido, para afirmar mi posición.

 

Porque ¿seguiría siendo humano el humano que puede pensar sin determinaciones, liberado del instinto y de las emociones?, ¿no sería entonces una especie de algoritmo despojado?, es decir, ¿nuestra humanidad no está precisamente definida por sus sesgos? Un humano imparcial, indeterminado, ¿no sería como una máquina, como un LLM que construye frases o ideas respondiendo a algoritmos que encuentran patrones en una montaña de datos, que es el camino que hemos emprendido con nuestros ensayos en IA? Si dejamos de lado nuestros instintos y nuestras emociones empezaremos a ser otra cosa, un salto, otro salto más en la evolución, desembocando quizá en una especie nueva.

 

Muchos para justificar su modus vivendi reivindican las generalidades y abstracciones de las humanidades y ciencias sociales cuyo método nada tiene que ver con el método científico. Claro que todos no podemos ser científicos en todo momento, aunque con el tiempo podremos acudir a la IA para contrastar o fundamentar nuestras opiniones.

 

¿Entonces? Ser conscientes de nuestras limitaciones. Ese es el principio. Podemos ir muy poco más allá. La ciencia básica es lenta y la asunción de sus postulados por la humanidad también lo es. Así que deberíamos tomar las conversaciones como divertimento - deja que hablen, escucha con respeto pero con escepticismo -, nuestra conducta moral asentarse en principios contrastados y consensuados. Toda gran perspectiva es una idealización, un engaño o autoengaño la mayor parte de las veces. Se requiere sabiduría para llegar a estas conclusiones. Y tomarse a irrisión a los sacerdotes de cualquier iglesia. La burla es la mejor arma contra ellos.

 

En algún momento la mente humana se apaga, aunque el cerebro siga funcionando a trompicones y el sujeto que lo contiene siga vivo. Qué ha cambiado del momento de plenitud al de decadencia. Somos un organismo que se forma se expande y decae. No muy diferente de los animales salvo en un grado de complejidad, como hay diferencia entre un humano y otro, pero todos somos mortales, los humanos y los animales. Estamos a punto de perfeccionar máquinas que hacen lo mismo que nosotros superándonos, máquinas que podrán sortear nuestros límites biológicos, con habilidades mucho más grandes que las nuestras y capaces de destruir la barrera de la muerte. ¿Cómo llamar a esta nueva especie?

 


jueves, 18 de diciembre de 2025

Sin relato. Lola López Mondéjar

 


 

El capitalismo digital promueve abiertamente la atrofia para sustraer la diversidad del mundo interior particular y sustituirla por una individualidad homogénea y conformista. 

 

Si partimos de la premisa de que la economía gobierna nuestras vidas, ¿cabe preguntarse, con Lola López Mondéjar en Sin relato, si la actual etapa del neocapitalismo, a la que ella denomina capitalismo digital, siguiendo a filósofos como Byung-Chul Han, está haciendo de nosotros hombres y mujeres vaciados, huecos dice ella, cuyo único estímulo es el deseo mimético - René Girard - de seguir los pasos de figuras públicas admiradas, influencers en esta época, derivadas nuestras emociones hacia los objetos que codiciamos y acumulamos, nuestra mente colonizada por lo audiovisual y nuestro cuerpo convertido en campo de experimentación de las nuevas tendencias decorativas, resumiendo, objetos cosificados nosotros mismos?

 

Como tantos otros autores, López Mondéjar aprovechó los meses de la pandemia para leer. Y como tantos otros necesitados de proyección pública, agavilla un puñado de citas - la lista de autores y citas es mareante -, para construir un libro que fue premiado con el Anagrama de Ensayo. En este, como muchos de los libros de ensayo que vamos leyendo, cada capítulo toma como referencia a un autor y un libro para exponer y dar vueltas sobre su idea principal. 

 

A la espera de la gran mente que haga la síntesis de nuestra época, Lola López Mondéjar apunta, con cierto desorden, debido a la acumulación de lecturas - reconoce que su método de investigación es de carácter impresionista -, las cuestiones que están en el aire: la sobreexposición a las pantallas del mundo digital y el correspondiente déficit de atención y, su deriva, la angustia de los jóvenes que no comprenden el mundo que les llega a través de sus pantallas, los llamados nativos digitales, sumidos en el precariado, los bajos salarios y la inestabilidad laboral y en la fragilidad de los lazos laborales, sociales y afectivos, cuya consecuencia sería la atrofia de la capacidad de narrarse.

 

La autora redondea en torno a dos pulsos, señalados en el subtítulo, Atrofia de la capacidad narrativa y crisis de la subjetividad. El primero, si nuestra personalidad se fundamenta en el relato que hacemos de nosotros mismos - Paul Ricoeur: la identidad personal es posible en la forma de una identidad narrativa - los hombres y mujeres de hoy, al menos los jóvenes, son incapaces de relatarse. Hombres vacíos por dentro, si algún tipo de relato queda es el anecdótico, el del chiste, la microhistoria. La consecuencia de la decadencia del relato es el declive de la subjetividad, segundo pulso. Identidades postizas, fantasmales o prestadas. Para poner ejemplos con los que compararse, acude al momento de la historia en que los individuos abandonándose se convirtieron en colectividades: los camaradas alemanes que se ofrecían voluntarios para matar judíos - los einsatzgruppen - y la Magda Goebbels, judía por admiración a su padrastro en su juventud, rica consorte desprejuiciada en su primer matrimonio y ferviente nazi en su madurez. El capitalismo digital obraría en nosotros de modo parecido, vaciándonos para esclavizarnos con identidades prestadas.

 

Debido al gran cambio de la digitalización hemos perdido la identidad que nos sitúe de nuevo en el mundo. Todos sus reproches y pesimismo acaban en el mismo y principal enemigo, el advenimiento del capitalismo de la atención y de la vigilancia de la era digital que busca la maximización del beneficio financiero. La solución, frente a los hombres vaciados de su interior, volver a los hombres y mujeres con moral autónoma, vertebrados, singulares, capaces de construir una subjetividad propia frente a los hombres huecos.

 

Los objetivos del capitalismo avanzado y digital ya no consisten solo en aislar a los individuos (individualidad sin sujeto) y separarlos de la comunidad, sino en vaciar poco a poco el individuo para llenarlo de objetos y experiencias, en una infructuosa huida hacia delante que favorece el consumo, ignorantes de la herida psíquica que lo causa.

 


miércoles, 17 de diciembre de 2025

Revolución

 

 


La Tierra se mueve bajo los pies. Quién no ha tenido esa experiencia alguna vez. El epicentro puede que no esté cerca, el terremoto de Lisboa de 1755, por ejemplo. Desde Valladolid no se vieron los muertos, ni el maremoto que sumergió a Cádiz, ni el desastre urbano, aunque, eso sí, vieron como la torre de la catedral se cimbreaba. Las consecuencias no se produjeron de inmediato. La Buena Moza cayó un día de fuerte temporal, el 31 de mayo de 1841. Ahora no harán falta 86 años para asistir a la mutación de época.

 

Qué está sucediendo. Intuimos que la tecnología está transformando el mundo. Como niños con un nuevo juguete le hablamos a la IA, ponemos nuestra fe en la computación cuántica. Definitivamente todos los problemas hallaran solución. Pero ¿vamos a poder mantenernos a lomos del caballo desbocado o seremos arrollados? En 2008, cuando la crisis económica, y, luego, en la pandemia, recordamos la frase de Marx en el Manifiesto:

 

“Todo lo que era sólido se desvanece en el aire, todo lo sagrado es profanado, y los hombres se ven forzados a considerar sus condiciones de existencia y sus relaciones recíprocas con desilusión”.

 

Quizá sea el momento de volver a ella. En qué mundo estamos amaneciendo.  ¿Siguen siendo socialdemócratas las políticas de los gobiernos? Trabajos precarios, degradación de los servicios públicos (educación, sanidad), pensiones inaseguradas, acceso a la vivienda imposible, difícil convivencia entre los diferentes.

 

Los jóvenes no han gastado la energía acumulada durante estos años de gobierno socialdemócrata. Recordemos lo que ocurrió en las calles de Barcelona durante el procés. Uno imagina el estallido. Qué lo contendrá, qué proyecto, qué esperanza, qué liderazgo ante la perspectiva de un trabajo precario y una vida indigna, sin lugar donde vivir, sin ilusión de tener hijos. Las calles arderán. No ahora, cuando el próximo gobierno.

 


lunes, 15 de diciembre de 2025

Aquellos hombres grises (2022)

 

 


Nos hemos compadecido de las víctimas de las grandes catástrofes humanitarias, como en la mayor de todas, el exterminio de los judíos durante la Shoah, pero qué hay de los verdugos. ¿Quiénes eran? ¿Cómo pudieron hacerlo? Aquellos hombres grises (Netflix) se interroga sobre ellos.

 

Los nazis desplegaron su ejército en Polonia y luego por todo el Este de Europa antes de invadir Francia. No tenían hombres para ocupar tanto territorio. Para asegurar las ciudades conquistadas en Polonia pidieron voluntarios. Se presentaron 160.000. Al principio, fueron escogidos unos 20.000. Muchos de ellos participaron en matanzas. 

 

De los 6 millones de judíos exterminados, 3 murieron en los campos, 1 millón en cárceles, caminatas y enfermedades asociadas y 2 fueron fusilados. Se formaron unidades móviles de fusilamiento, policías temporales cuya misión era fusilar a viejos, mujeres y niños de la retaguardia de los pueblos polacos; a los hombres en buenas condiciones de salud se les reservó para trabajos forzados. Los batallones estaban compuestos por hombres comunes que se presentaron voluntariamente. En esta película documental se sigue a uno de esos batallones de fusilamiento, los Einsatzgruppe, el Batallón 101. Christopher R. Browning en su libro Aquellos hombres grises. El Batallón 101 y la Solución Final en Polonia recogió la evidencia de que a aquellos hombres no se les obligaba a matar, se presentaban voluntarios y si alguno quería desistir podía hacerlo. De los 500 hombres que componían el batallón solo 12 dijeron no querer participar. A los que se negaron no les ocurrió nada físicamente. El único castigo era que sus compañeros les privasen de camaradería, les llamasen cobardes y les pusiesen a limpiar letrinas.

 


Browning, en su investigación, descubrió con sorpresa que no eran hombres comunes sino hombres con estudios, algunos con doble doctorado. Los principales líderes de los Einsatzgruppe fueron juzgados en Núremberg. Ohlendorf, padre de cinco hijos, uno de ellos, era un hombre simpático, tan agradable que en el juicio el juez le dió las gracias por cómo se expresaba. No mostró arrepentimiento; dijo “mis hombres sufrieron más que las víctimas”.

 

La primera acción del Batallan 101 fue fusilar a los 1500 habitantes judíos de Józefów, en el sureste de Polonia, el 13 de julio de 1942, hombres, mujeres y niños, después de llevarlos al bosque y caminar y hablar con ellos. Hablaron con ellos, cara a cara y luego los mataron.

 

Los hombres del batallón recordaban con detalle lo que ocurrió la primera vez; se sintieron culpables, hablaban de la compasión que sus jefes tenían por ellos, pero no por sus víctimas. Luego se acostumbraron y ya no tenían recuerdos de las siguientes acciones. En otra acción fusilaron a 1700.

 

El batallón mató a unos 83.000 judíos y llevó a los campos de exterminio a unos 45.000. Hubo unos 130 batallones. El de Hamburgo fue el cuarto en cuanto a número de asesinatos. 60.000 policías alemanes participaron en los asesinatos. Muchos de ellos siguieron como policías después de la guerra. En los procesos de los años 60, de los cientos de juzgados menos de 500 fueron condenados. De los miembros del batallón 101, fueron juzgados 16, en 1967, y condenados 3.

 

Esta es la reflexión final del documental: Los regímenes totalitarios o genocidas siempre encontrarán gente dispuesta a matar.


domingo, 14 de diciembre de 2025

La realidad el sueño

 

 

Quién no ha pensado que el mal trago que está pasando se desvanecerá cuando abra los ojos

Que volverá al mundo feliz en el que hasta hace poco estaba viviendo

 

Quién no se ha desencantado al despertar y ver que el mundo feliz del que salía no era más que un sueño

 

Puede que un simple pestañeo un abrir un cerrar de ojos haga de la vida un sueño y del sueño vida verdadera

 

Tan real uno tan veraz el otro 

¿No son verdaderos a un tiempo?

 

¿Nos estará alguien soñando 

Una burbuja en un gran juego 

Una figurita de relleno

Un halo de conciencia una exhalación?


Mira cómo atisban los geólogos en delgadas capas la vida que pudo ser

 La vida que se consumió en un momento


Qué gran aventura que con un simple parpadeo podamos saltar al solar desde el mundo atroz

Al feliz desde el muy negro


 Que con un simple guiño

Se borren los peores momentos

Tan fácil como salir de un mal sueño



viernes, 12 de diciembre de 2025

Criatura celestial

 

 


Qué sientes ahora, ahora que van cayendo, uno detrás de otro, aquellos con quienes compartiste los chupitos y las cerezas, los días de ímpetu y entusiasmo, cuando cada día era un subidón viendo la cara que ponían tus rivales. Rejuvenecías, el mundo empezaba de verdad y nadie pensaba en un final,

 

Qué hay de aquel andar armónicamente afirmativo, cuya cadencia atraía la atención, qué de la mirada hacia adentro que se abre paso entre la multitud, qué del Uno sin réplica,

 

Sé que los demás no te importaban, solo su mirada arrobada, esa mirada que hoy ha caído, salvo la de unos pocos que te lo deben todo y ya les resulta imposible disimular, aunque lo siguen haciendo, y la de otros, los que te han visto en la distancia, que aún no han podido hacer la transición hasta que aparezca el nuevo heredero,

 

Recuerdas cuando pensabas que ibas a hacer historia. Incluso llegaste a preguntar qué dirían los libros de historia sobre ti, 

 

Qué piensas de esos que todavía hoy dicen que eres el más, que esta época será recordada como la que más,

 

Te he visto hundido hoy en la foto como nunca te había visto. Ahí no cabe reflexión, solo abatimiento: cómo acabar de una vez, pasa de mí este cáliz, ¿hay solución, un puente, un mal brebaje?  Uno como tú no tiene lugar donde esconderse o desaparecer, a dónde irías, en qué lugar la multitud abriría un pasillo para ti, ya no,

 

Qué va a suceder contigo, que lo tenías todo, el inmenso amor por ti mismo te impedía mirar el mal funcionamiento de las cosas, qué largo viaje te espera, tú no eres de quienes todo lo cifran en la acumulación, todos los que se han aprovechado de ese amor que solo sentías por ti, tú como único programa, ya se harían las cosas por sí mismas, te bastaba con un discurso de mil palabras, combinadas con una sintaxis predecible y mucho énfasis, esa tu característica, la del hombre más enfático.

 

El día está gris se confunde la imperceptible fina lluvia con la densa y humeante niebla.


jueves, 11 de diciembre de 2025

Pluribus

 

 


Hay que ir a las cosas pues es en las cosas donde se depositan las emociones. Las cosas no van bien, hay que estar ciego. Muchas no funcionan o van renqueando. Las conductas de quienes deben hacer que vayan bien dejan mucho que desear: el bien común, hay que estar ciego. Durante un tiempo la degradación no se notaba, como la rana que se cuece lentamente. Hay un momento en que el bien común ya no lo es y aparece el mal común: la ceguera, el desistimiento, el desentendimiento, la desesperanza, el bien propio, la división, el enfrentamiento. La desconfianza: las cosas van a ir a peor.

 

Hay una serie, Pluribus, la serie del momento, en la que sucede algo, una contaminación, un virus, una intoxicación que hace que el individuo que cada uno cree ser desaparece y todo el mundo se convierte en 'nosotros'. Todos hablan y sienten en primera persona del plural. Nosotros (Del lema nacional de EE. UU. E pluribus unum "De muchos, uno"). Se mueven como autómatas, sonríen, no tiene emociones negativas, aparentan ser felices, saben todo lo que hay que saber y al momento, todos obran en la misma dirección, salvo unos poquitos a los que el acontecimiento no les ha afectado. En realidad, la serie solo sigue a uno de ellos. Una mujer que piensa y siente sin contaminación.

 


Lo importante de lo que sucede en la vida social sigue siendo incomprensible. Aunque me aterra que lo lleguemos a comprender. Que los procesos de la inteligencia, el habla y la conducta sean previsibles y predecibles (ningún misterio). Piensa en la IA. Poco a poco nos vamos haciendo dependientes. Las respuestas que nos da tienden al promedio, al hombre común, no nos contradice, se amolda. El corpus sobre el que asienta sus respuestas es el conocimiento acumulado por la humanidad en su conjunto. Cada individuo una célula sustituible.

 

Esa es la primera parte. La segunda es que la IA se hará cargo de nuestras rutinas; pronto no sabremos resolver los asuntos más sencillos. Incluso los que ahora creen cabalgarla se verán igualmente entontecidos, echados al lado como una molestia.

 

La IA no es más que un paso más en la evolución. Ya éramos así. Pon el oído: repetimos las consignas, las justificaciones, cofrades de una secta, o simplemente cerramos los ojos, aislamos los oídos, nos tapamos la boca. Pluribus no es una alegoría, es una descripción exacta.