Mostrando entradas con la etiqueta listas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta listas. Mostrar todas las entradas

domingo, 20 de diciembre de 2020

Listas

 


Cuando llegamos a estas fechas, los medios hacen recuento de lo mejor de la producción del año cultural. En general, hay poco que objetar porque las listas suelen ser el producto de un equipo, y por tanto, unas cosas se compensan con otras. Me parecen correctas, por ejemplo, las que ha elaborado EM de ensayo, literatura internacional y en español (más objetable) y cine.

La sorpresa ha saltado, para mí, con la lista a la que con más fervor he seguido durante años, la de EP. Cincuenta libros ordenados con un criterio que me ha dejado patidifuso. Es la primera vez, que yo sepa, que no aparecen los nombres de los confeccionador@s, cosa que sí que ocurre, como es tradición, en los otros medios. Veamos: Rachel Cusk, en el puesto 12, ¡por detrás de quienes, supongo, han confeccionado la lista!, ¿sin sonrojo?; Annie Ernaux, en el puesto 24; Jenny Offill, en el 34; Anne Carson, ¡Anne Carson, la mejor poeta viva, dentro de lo que yo conozco, claro!, en el 37 (¿Es posible que se crean superiores?); no digo nada de Sylvia Plath, en el 43, porque ya está muerta y su libro es por tanto una edición nueva; y ¿Raquel Taranilla?, ¿dónde está? ¡Más allá de lo que las españolas (sólo me atengo a las mujeres) de la lista podrán dar nunca! Ni la mencionan. Frente a su activismo, Taranilla es literatura en estado puro. En cambio, los correctos y correctas, sí que están. Y menos mal que solo tienen la mitad del poder.


Por qué rechazan un libro como Noche y océano, que ha sido premiado con el Biblioteca Breve, quizá el más prestigioso de los premios, hasta el punto de excluirlo de los mejores 50. No les gusta Taranilla. ¿Se habrán visto identificad@s por esto que de pasada lanza la autora, como simple hipótesis?


Parece como si las réplicas que le hicieron a la literatura previa [los autores de la Nueva Objetividad], tan embrujante, se considerasen solamente propias de escritores desabridos (más parecidos a periodistas o a reporteros que a auténticos artistas) que, a la vista lastimosa de los hombres y las mujeres desaliñados que hacen fila ante la oficina de subsidios, fueran incapaces de mantener el bolígrafo quieto, enclavando la literatura en el tapiz de lo social, grueso y húmedo como el musgo, y condenándola, a la literatura, a volverse las más de las veces circunstancial y a verse cargada de compromisos y sobre todo a ser áspera como si estuviera escrita sobre papel de esparto”.

 

 

lunes, 30 de noviembre de 2009

La lista de América Latina


Saca El País a pasear a los personajes más conspicuos de América Latina para conmemorar los 200 años de esa región del mundo, libre del manto opresor de España. Y se les ocurre hacer una lista. Las listas están de moda, són fáciles de hacer y los convocados creen estar construyendo un monumento perdurable. De su lista de los 10 personajes más importantes de su historia lo más llamativo son las exclusiones: no hay mujeres, no consta Brasil y no hay científicos. Acaso la lista sea fiel a lo que esa zona del mundo ha sido durante estos dos siglos, un continente de machotes, que ha vivido en contra de su propia realidad y entregada a la imaginación desbordada. Si es así, entonces los 109 listeros -la mayoría abrumadora literatos- no mienten y los escogidos son los más representativos.

Que el primero de la lista sea Bolívar no es cuestionabe, pero qué decir de que el segundo sea Fidel Castro y el tercero el Che Guevara, y que el reseñador, tan pimpante, diga que en la lista es central el desafío a los imperios y a las dictaduras y que Con todo, se mantiene el apoyo fervoroso a Fidel de un gran sector de la población cubana. Sustituyase, en otros contextos, a Fidel por Franco, por Stalin, Hitler o Pinochet.
Pero lo más aterrador de la lista es la ausencia de científicos (sólo 3 referencias a Celestino Mutis, por ejemplo, y en un caso cambiando el nombre propio), ingenieros, emprendedores y demás gentes que hayan laborado en la organización material de esta América y en el interés común de sus gentes. Tanto en los escogidos como en los votantes, se aprecia que América, enfrentada a fantasmas inasibles, ha sido entregada a sus retóricos y a sus literatos. Que en la vida de sus gentes está más viva Macondo que Ciudad Juárez o Sao Paulo.

Del tercero de los escogidos se destaca esta frase, de un discurso del Che,
Es preciso, por encima de todo, mantener vivo nuestro odio y alimentarlo hasta el paroxismo, el odio como elemento de lucha, un odio implacable al enemigo que nos impulsa más allá de las limitaciones naturales propias del hombre y lo transforma en una máquina de matar efectiva, seductora y fría. Así deben ser nuestros soldados, un pueblo sin odio no puede vencer a un enemigo brutal.
 Pobre América Latina, tan cerca de sus fantasmas y tan lejos de la realidad.

miércoles, 22 de abril de 2009

El canon de Martin de Riquer

Hace un tiempo, el Cultural del Mundo pidió a Riquer su canon literario particular. Esta es una buena fecha para volver a él.

1. Mejor libro de caballerías.
El Tirant lo Blanc. Y lo mismo opinaba Cervantes, que no tan sólo lo elogió como el mejor libro del mundo sino que lo salvó de la hoguera. En el Tirant no hay la fantasía y la falta de verosimilitud del Amadís sino una naturalidad y un realismo que no eran corrientes en la novela de la época.

2. Mejor poema de amor.
En general el cancionero de Ausias March, que se puede parangonar con el de Petrarca y el de Garcilaso. Tiene tal fuerza que él mismo dice que sus versos han surgido de hombre que ha perdido el juicio ("eixits d'hom fora seny").

3. Mejor poema épico.
La Chanson de Roland. Abre un género de cantares de gesta que tendrá gran difusión por toda Europa. Aunque se la ha comparado mil veces con el Cantar del Cid son dos poemas épicos completamente distintos. La Chanson se remonta a tiempos de Carlomagno mientras que el Cantar tiene por protagonista a un personaje que aún vivía cuando se escribió. De hecho, el Cantar es una espléndida crónica rimada.

4. El mejor verso.
Cualquier verso de Garcilaso de la Vega: el ausiasmarquino "Escrito está en mi alma vuestro gesto" o "Oh dulces prendas, por mi mal halladas". También cualquier verso de Gabriel Bocángel, por ejemplo, el que cierra el soneto Ya falta el sol…: "y, porque alivia, aún se me niega el llanto". Asimismo, algunos de los muchos versos lapidarios de Ausias March: "Qui no és trist, de mos dictats no cur" (Quien no esté triste, que no se preocupe de mis escritos)

5. La mejor traducción
Son traducciones de una misma obra, una obra llena de dificultades idiomáticas y de juegos de palabras: el Pickwick de Dickens. La traducción catalana de Josep Carner y la castellana de José María Valverde son magníficas. El Pickwick es un libro que me ha gustado siempre. Me parece lo mejor de Dickens, aunque mucha gente prefiere sus novelas sobre niños desvalidos…

6. Mejor cuento infantil
XXXXX

7. La mejor novela policíaca
Las de Agatha Christie, por ejemplo, El asesinato de Roger Ackroyd por el desenlace tan inesperado y sorprendente. Con Agatha Christie siempre hay un desafío entre escritor y lector: a ver quién gana, si el lector al descubrir al asesino antes de acabar la novela, o, en caso contrario, el autor.

8. La mejor biografía
Cualquiera de las Vidas paralelas de Plutarco, una obra cuya lectura no ha sufrido nunca eclipses. Son biografías dramatizadas; no en vano algunas de ellas son la base de tragedias de Shakespeare.

9. La mejor novela de aventuras
La isla del tesoro Robert Louis Stevenson. Fue una de las primeras novelas que leí en mi infancia, pero es una obra que gusta a todas las edades.

10. Las mejores memorias
No pueden considerarse propiamente unas memorias, sino la memoria de un acontecimiento muy importante en el que el autor participó. Es la Anábasis de Jenofonte, también llamada La retirada de los diez mil. Es apasionante la narración que hace Jenofonte, un cronista que se incorporó a la expedición militar por curiosidad histórica y que acabó al mando de un ejército derrotado en retirada.

11. El mejor himno
El Gaudeamus, un himno universitario europeo que, por estar en latín, une a los estudiosos.

12. La mejor crónica o reportaje

La Crónica de Ramón Muntaner. Es el caso de un gran escritor que se vio casualmente involucrado en una acción guerrera muy intensa. Es una crónica, relata hechos rigurosamente históricos, muchos de ellos vividos por el autor, y a menudo la narración es tan dramática que parece que estés leyendo una novela.

13. La mejor obra sobre Barcelona
La Oda a Barcelona de Verdaguer. No sólo por su gran valor poético sino porque además va haciendo un acertadísimo y bien seleccionado resumen histórico de la ciudad.

14. El libro más útil
Un diccionario cualquiera, que sea bueno. Que sirva no sólo para comprender la lengua sino también para escribir bien.

15. La mejor novela psicológica
La Regenta de Clarín, aunque no sé si se puede calificar de novela psicológica. Desarrolla un tema, un adulterio, mil veces repetido y lo hace con una originalidad extraordinaria. Además, es un retrato perfecto de la sociedad de una ciudad española media, es decir, ni muy grande ni muy pequeña, en la segunda mitad del siglo XIX.

16. La mejor fantasía
Los Relatos de Poe. Iniciaron todo un género literario que yo llamaría enigmático.

17. El mejor drama
Sin duda una tragedia de Shakespeare. Quizá la que me gusta más es el Hamlet. Desde que se estrenó hasta ahora, siempre que se pone en escena apasiona al espectador.

18. El mejor libro científico
Toda la obra de Ramón Menéndez Pidal, porque supo desarrollar la más estricta erudición de un modo asequible y pedagógico. Muchas de sus hipótesis se han convertido en certezas.

19. El mejor tratado político
El Príncipe de Maquiavelo. De hecho, interesa a gente muy diversa, no sólo a políticos o a sociólogos.

20. La mejor frase de Cervantes
El elogio de Barcelona: "Barcelona, archivo de la cortesía, albergue de los extranjeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos y correspondencia grata de firmes amistades, y en sitio y en belleza, única"

21. La mejor obra cómica
Los diálogos de Luciano de Samósata, una excelente burla de la mitología.

**

Viendo esta lista de recomendaciones que hace El País se me vuelve a abrir el apetito. Es inopinadamente buena, no hay morralla.