Estoy
perdido. De pronto descubro que estoy en un país extraño, que desconozco. No es
que no lo intuyera, que no lo supiera, he hecho lo posible por no enterarme.
Antes vivía en un barrio populoso, ahora estoy en otro más esponjado, con más
huecos entre los bloques de pisos. Esta es una ciudad cuarteada, rota,
estratificada, aunque toda ella desprende un aire de decadencia, o mejor una ciudad que nunca ha acabado de hacerse. En algún
momento de su historia perdió la posibilidad de ser importante, y aunque ha
habido momentos posteriores en que a sus dirigentes les pareció que podía
recuperarse, no ha salido del pozo. Hoy celebran el día del ejército, hay
balcones con banderas, pero ese brillo efímero no sirve para nada.
Estoy
perdido. Compro en un súper y a la salida cojo la dirección equivocada, las
casas se adensan y las calles se estrechan, aumentan los bares, los hombres
mirando en la tele una corrida de toros, veo gente engalanada de boda, trajes y
vestidos baratos, veo una Iglesia de Filadelfia llena de gitanos a la puerta,
mucha gente en la calle, muchos niños gritando, doy vueltas en una dirección y
en otra, nunca había estado en este lugar, le llaman el barrio de la Victoria , todo huele a
militar en esta ciudad encastillada. Por fin lo comprendo, la divisoria es el
canal de Castilla que está desembocando en el Pisuerga, a un lado un barrio de
clase media, Huerta del Rey, al otro lado un barrio humilde, el de la Victoria. Lo mismo sucede al
otro lado del río, como una herida la Rondilla , barrio obrero, está separado del
centro, donde la gente pasea más peripuesta, más seria, con un aire de estatus
viejo, que ya no cumple función alguna. La desolación está repartida, la
alegría no se ve por ningún lado. O la desolación sea la mía, todo puede ser. El país y el yo, vasos comunicantes.
2 comentarios:
La desolación no es de ningún lugar, ni de ninguna situación sino de la interpretación que cada uno haga. Cambia de observatorio!
En este caso es la suma de muchas vidas frustradas o sin el suficiente empeño, porque quienes sí lo tenían se han ido yendo.
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