Mete la cabeza entre mis piernas. Así es como mejor puede iluminar el chocho, que debe de resplandecer como una farola peluda y estar al rojo vivo por dentro. Afeita con cuidado las medias lunas. Las aparta hacia los lados para poder tratar también la parte interior. Desdobla todos los pliegues, repasa una y otra vez todos los resquicios. Hasta que la espuma ha desaparecido completamente. Quiero que me folle. Seguro que acabará haciéndolo una vez que el afeitado termine. Un poco de paciencia, Helen. Me dice que deje las piernas separadas pero que arrime las rodillas al cuerpo para que pueda llegar al culo. Pregunta si ese bulto en el ano duele.Los publicistas, también llamados editores, a lo suyo: “una labor de rescate del cuerpo femenino tanto tiempo secuestrado por el cristianismo, la cultura heteropatriarcal y el feminismo de los setenta”.
–No, no. Sólo son almorranas prolapsadas. Puedes pasar por encima, creo, con cuidado.
Otras autoras: Beatriz Preciado (1970) y su Testo yonkie (Espasa), María Llopis y su El postporno era eso, de (1975). En la misma línea están las performances de Diana Junyet, alias La Pornoterrorista, Julie Doucet (1965) y sus menstruaciones, Phoebe Gloeckner (1960) y su Diario de una adolescente o la finlandesa Kaisa Leka (1978), a medio camino entre el arte, el comic, la literatura y el cine.
En fin, por poco interés que tenga este movimiento seguro que sobrepasa a la peste de la novela histórica.
4 comentarios:
qué poco original es este blog que sólo se inspira en "Diario independiente de la mañana"...
(http://www.elpais.com/articulo/portada/plumas/sucias/elppor/20090925elptenpor_4/Tes/)
el "copy and paste" está al orden del día, anónimo!!!
1. No engaño a nadie. Todos mis comentarios están salpimentados por los enlaces que llevan a la fuente de la información, incluida esa dirección citada por anónimo uno.
2. No pretendo ser original. Este blog es tan personal como cualquier otro. No es un periódico ni una página de investigación con exclusivas.
3. Los visitantes del blog son libres de quedarse y leer los comentarios, de no hacerlo e incluso de aportar sus propios comentarios.
Sólo te engañas a ti mismo...
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