jueves, 30 de octubre de 2025

Individuos

 


 

Necesito entender qué me entristece, no con la esperanza de eliminar la tristeza, sino con la esperanza de disminuirla. Teju Cole. Papel negro.

 

Cuando vemos una patera rescatada en Canarias la mente se nos va a alguna de las grandes obras del arte antiguo, El naufragio de la Medusa, por ejemplo. Más tarde en los paseos del Mediterráneo vemos a un montón de subsaharianos con su mercancía tendida sobre el cemento. De ese modo nuestra angustia disminuye y nos vemos confortados. Todos los problemas tienen solución. La demografía africana desembarca en las playas de Europa. Los jóvenes africanos plenos de energía encuentran un modo de vida que desactivará su violencia masculina. Si hay hechos que nos desmienten acudimos a la estadística - son pocos casos - y a la violencia congénita del adulto joven.

 

El chino mandarín y el hindi han sobrepasado al español como primera lengua materna del mundo. El inglés dejará de ser lengua instrumental. La reforma y las revoluciones políticas europeas pronto serán una nota a pie de página en la historia universal. Los asiáticos orientales están llegando a la comprensión que la lucha por la subsistencia hasta ahora les impedía. ¿Cuándo salgan de la masa informe para individualizarse, qué valor tendrá para ellos el habeas corpus o la vida monástica del medievo? 

 

Cuando yo era niño, me quedaba asombrado cuando veía un negro en mi ciudad. Ya no existen las razas sino hombres haciendo cosas. Solo el exceso retórico hace que algunos se cellisquen en las diferencias.  Ha costado, pero ya no es necesario afirmar que la humanidad es una o que Franco ha muerto.

 

Cuando ya no es necesario subrayar lo evidente, de los rostros idénticos de la patera emerge el individuo, un hombre reducido a su existencia. Y entonces qué. Ya no es del lugar donde nació ni tampoco del lugar al que llega, pues toda patria es para él tierra extraña, como aquellos hombres de los comienzos que se decían, soy cristiano, para no decirse romano, griego o judío, aunque hoy ya no se dirá ciudadano del cielo, sino viajero de la tierra. Soy hombre y con eso me basta.

 


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