He dedicado las últimas semanas a leer sobre Ludwig Wittgenstein y su familia. Unos cuantos libros. Daré cuenta de ellos. El primero es un libro de conjunto sobre la familia y la Viena de entonces. La familia Wittgenstein de Alexander Waugh.
| Karl y Leopoldine, padres de Ludwig Wittgenstein, c. 1900. |
Ludwig era uno de un grupo de ocho hermanos, cinco varones (Hans, Kurt, Rudolf y Paul) y tres mujeres (Hermine, Margaret y Helene). Los ocho sufrían de ansiedad, aunque la presión de su padre la sentían sobre todo los varones. Emocionalmente abrumador, Karl quería que sus hijos le siguieran en los negocios, pero solo uno mostró interés. En el caso de los demás, sus preferencias eran artísticas. La intransigencia de Karl no fue más que un factor en las desventuras de los hijos. Tres se suicidaron; el propio Ludwig estaba constantemente atormentado por pensamientos suicidas. Hans, excepcionalmente dotado para la música, huyó de su padre en 1901 y se quitó la vida un año después. Rudolf se envenenó en 1904 vertiendo cianuro potásico en un vaso de leche; probablemente se avergonzaba de su homosexualidad y temía ser descubierto. Kurt se pegó un tiro a finales de la Primera Guerra Mundial en el frente italiano; la causa inmediata nunca se ha establecido definitivamente: puede que fuera porque sus soldados le habian desobedecido, o bien porque prefería la muerte al deshonor de ser hecho prisionero. Paul, el último de los hermanos, perdió un brazo en la guerra; como concertista de piano, aprovechó su riqueza y contactos para encargar una serie de piezas para una sola mano a compositores como Richard Strauss, Sergei Prokofiev y Maurice Ravel, lo que le permítíó continuar su exitosa carrera como intérprete.
Con más dinero del que necesitaba o podía gastar, Karl se convirtió en benefactor de las artes. El edificio vienés Secesión se financió con su generosidad y se terminó justo en1908, el año en que los hermanos Wright mostraron que volar era posible.
| verano de 1917 de la familia Wittgenstein en Viena |
La familia era una de las más ricas de Austria. La fortuna la había hecho el padre gracias a la industria del hierro y el acero. Por su palacio de Viena, en el número 4 de Alleegasse pasaban los artistas más importantes, en especial músicos como Brahms, Mahler o Schönberg. Los hijos fueron educados en los ideales del modernismo, la Viena de la Secession, en una atmósfera de identificación entre el arte y la vida, acompañada de una necesidad de verdad. Esa atmósfera se gestó en torno a los cafés (Milena Jesenska, Hermann Broch, Franz Werfel, Otto Gross, León Trotsky), el teatro y los salones mundanos (Hofmannsthal, M, Musil, Canetti, Schönberg, Strauss). El imperio que pronto iba a desaparecer era una tierra de genios, según Robert Mussil: Freud desarrolló el psicoanálisis, Klimt, Schiele y Kokoschka inauguraron el movimiento Jugendstil en pintura, Schönberg desarrolló la música atonal y Adolf Loos introdujo el estilo arquitectónico funcional y sin adornos que caracteriza la época moderna. También fue el lugar donde nacieron el sionismo y el nazismo. Los Wittgenstein crecieron en lo que Karl Krauss denominó 'el campo de pruebas para la destrucción del mundo', una visión de la pesadilla que estaba por llegar.
Alexander Waugh explica muy bien en La familia Wittgenstein el asunto de la guerra: del entusiasmo prebélico tanto de los intelectuales como de la población a la miseria posterior de la guerra. Todo se vino abajo: dos millomes de soldados austrohúngaros perdieron la vida defendiendo el imperio, otros dos millones acabaron en los campos de prisioneros de Rusia y Siberia. Tres millones resultaron gravemente heridos. Luego vino el crudo invierno de 1918-19 y la llamada gripe española: hambre y miseria. El 96% de los niños estaban desnutridos. El velo de redecilla negra de las viudas llegó a convertirse en un signo que identificaba a las prostitutas en busca de clientes.
Como un thriller explica las peripecias de la familia durante los días del Anschluss, la anexión hitleriana. La huida de los que pudieron, los hermanos, la negociación financiera y los documentos que acreditasen su condición de mischlinge -no del todo judíos - con los nazis de las hermanas para salvar lo que podían. La guerra segunda y la posguerra donde el estatus y el glamour de la familia fue desapareciendo. Queda la obra de Ludwig Wittgenstein, gracias a quien se recuerda su familia.

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