Hay días en los que uno querría no
pasar por ellos o al menos borrarlos del mapa mental. Hoy mismo, 14 de abril,
durante un tiempo fue fecha a conmemorar, ahora no podemos por las visiones tan
distintas de aquel día. Una fecha, un momento, que podría haber servido como
ancla para construir una cierta idea de país. En 1978 nos pusimos de acuerdo,
pudimos.
Un día horrible para mirar los periódicos, la matanza de Sumy, mientras sus
gentes festejaban otro día del calendario. Y el presidente del principal país
de nuestro bloque económico y político sosteniendo con imbécil desvergüenza que
lo de ayer, ‘dicen los rusos’, fue un error, un error con al menos 34 muertos
civiles.
Un día en el que no puedo expresar con contundencia mi opinión porque tengo
miedo de herir a las personas que aprecio, que están en un bando y en otro, sistemáticamente.
No quiero dejar de ser amigo de mis amigos.
Qué me separa de mis amigos. La tolerancia generalizada hacia la corrupción,
tanto la económica como la moral, y la política.
Un día en el que te haces consciente de que la ley en favor de la eutanasia
puede ser el primer paso para normalizar la idea de que los viejos deben
anticipar su muerte, una forma de invitarles a morir por demasiado costosos
para los sistemas de salud, con Japón y Canadá a la cabeza. ¿Por qué no los
pobres y discapacitados?
Cómo escribir sobre este estado de conciencia. Si tuviese lágrimas dejaría que
se desparramasen en la cara, pero mi llanto es seco como mi lagrimal. Qué me
pasa. Qué nos pasa. ¿Hay algún remedio para nuestra contagiosa tristeza? Y, sin
embargo, la primavera está ahí, lo acabo de comprobar. Una curiosa primavera
que en su renacer ya anuncia el otoño.
" Cuando miran al planeta les cuesta divisar algún lugar o rastro de la
mísera y balbuceante mascarada de la política que propalan las noticias, y es
como si esa mascarada fuera un insulto para el escenario augusto en el que todo
ocurre, una agresión contra su delicadeza, o, por el contrario, como si fuera
demasiado insignificante como para molestarse en hacerle caso". Orbital. Samantha
Harvey.
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