Las imágenes de esta película documental han sido tomadas a lo largo de años
con pobres recursos en Masafer Yatta, Cisjordania. Muestran la resistencia de
unos pocos pueblos en un paisaje desolado con pocos recursos - ¿Cómo puede
vivir esta gente en tales condiciones? ¿Por qué se aferran a una tierra estéril?
- ante el ejército Israel que quiere desalojarlos para montar un campo de tiro.
Vemos cómo los palestinos construyen sus frágiles viviendas y cómo poco después
llegan los bulldozers y las destruyen, y, más tarde, tras ellos, los colonos
israelíes agresivos, violentos, que quieren ocupar el lugar.
Lo mejor del documental es que no está construido alrededor de un relato.
Simplemente muestra imágenes y breves diálogos, no especialmente significativos
entre el palestino que va grabando las imágenes y un amigo israelí, joven como
él, periodista, que quiere dar cuenta de lo que ocurre.
No sé si está película te hará comprender lo que sucede en Palestina/ Israel. Nuestra
predisposición para juzgar de antemano es tan grande que es difícil que la
modifique. El documental no es un panfleto propagandístico. Muestra la
diferencia entre los dos lados, potencia e impotencia, sin exponer de que parte
está la razón o la justicia. Se mueve en el terreno de lo sentimental. La
fuerza del documental está en la exposición de las imágenes, sin ningún tipo de
subrayado, con calculado ritmo exhibe la pobreza de recursos, la vida mínima
que se aferra frente a la fuerza bruta.
No Other Land muestra que el discurso y sobre todo el discurso enfático (tal Sánchez y el franquismo) no seduce, frente a la fuerza de los hechos desnudos que hablan por sí mismos.
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