lunes, 16 de diciembre de 2024

No digas nada

 


En el primero de los nueve capítulos, un grupo asalta la casa de una familia numerosa. Se lleva a la madre viuda y deja a 10 niños menores en total desamparo. En otros capítulos sabremos que ha hecho la mujer: atendió junto a su casa a un soldado malherido y moribundo. Él, soldado británico, ella, católica norirlandesa. Más tarde veremos a los servicios sociales llegando a la desbaratada casa familiar para repartir a los diez niños entre diversas familias de acogida. El Ira acusaba a la mujer de confidente.


En el capítulo cuarto vemos cómo dos de los personajes importantes de la serie, dos hermanas de una familia muy comprometida con el Ira, llevan en un coche de la organización a dos condenados a ser fusilados: un menor y un adulto. Ambos, estos sí, colaboraban con el enemigo, pero al ser descubiertos se comprometieron a hacer de espías dobles. Se les da la palabra de que de ese modo se redimen y serán perdonados. Gracias a sus informaciones se pudo realizar uno de los mayores atentados en la capital británica, con nueve muertos. Llegados al lugar de la ejecución encuentran dos tumbas abiertas: se les pide que se pongan de rodillas al pie para recibir el tiro en la nuca. Antes, el adulto había escrito una nota para su mujer. Cuando les echan tierra, el que se ha comprometido a entregar la nota, la arroja arrugada entre paletadas de tierra. 


La serie se basa en el documentado libro que escribió Patrick Radden Keefe, con el mismo título, sobre la actividad de miembros del IRA durante cuatro décadas. La serie ficciona los hechos que los protagonistas han revelado a investigadores de la Universidad de Oxford y en entrevistas que los respaldaban. Uno de los entrevistados es Dolours Price, una de las hermanas cuya misión era transportar a los que van a ser ejecutados. 


La serie entrelaza dos historia, la de la viuda desaparecida, contada a través de la hija mayor, empeñada en recuperar los restos y saber la verdad de lo ocurrido, y la de las dos hermanas: su incorporación al Ira, sus acciones, su divergencia, una radicalizándose durante el proceso de paz, la otra arrepintiéndose y contando al investigador de Oxford lo que sucedió.


En todos los capítulos aparece Gerry Adams dando órdenes; al final de cada uno de ellos se rotula que Gerry Adams siempre ha negado pertenecer al Ira. La cámara muestra sin intervenir; el punto de vista es el del personaje que en cada escena se tiene delante.


En el último capítulo se nos dice qué ocurrió con la viuda, quiénes fueron los culpables de su atroz destino. No se encontraron pruebas de que la viuda fuese confidente (tampoco, claramente, de quién ordenó su ejecución). La historia del IRA es una historia de muerte, dolor y desesperación. La unión con Irlanda, el motivo que llevó a la lucha armada/terrorismo nunca se produjo. Irlanda del Norte se dividió en dos mitades que se odiaban a muerte. Ahora, el Ira es una organización política, el Sinn Fein, que juega en el tablero de Irlanda (como Bildu/Eta).


El lema de los miembros del Ira 'no digas nada' se corresponde con el 'no quiero saber' de la mayor parte de los ciudadanos que prefieren vivir tranquilos y entretenidos. Pero deberían ver esta serie para tener una idea más precisa de la política y el terrorismo, una opinión más fundada sobre las cosas y un fundamento moral del voto que les empodera como ciudadanos. Una serie necesaria, una de las mejores del año, que, me temo, pasará desapercibida.


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