lunes, 26 de agosto de 2024

La aventura de Luzía

 


Se acababa de levantar. Ha llegado seria y erguida a la cocina. 

- quiero desayunar 

- ah, vale, qué quieres 

- un vaso de leche sin lactosa 

- entero o mediano? 

- mediano y un poco calentito 

Ha buscado en el armario y ha cogido una bolsa de pequeñas raciones de pan tostado. 

- quieres guacamole o mermelada para poner encima? 

- nada. No quiero nada

Cuando ha acabado de desayunar ha ido a su habitación, ha metido sus cosas en su maletita y se ha puesto las sandalias. Después, las chanclas de estar por casa y a Gabi, su muñequita, se los ha puesto bajo el brazo y ha dicho: 

- Me voy a mi casa 


El viernes por la tarde llegaron los dos hermanos con sus padres. La intención es que se queden hasta el domingo aquí, en Castelldefels, a mi cargo, para hacer el viaje de vuelta en tren. Ya cuando se fueron ayer sus padres, cogió un pequeño berrinche, con llanto de mayor o menor intensidad, que le duró hasta que le entró el sueño. Esta mañana se ha levantado tranquila y serena, pero decidida. 


Con todo listo, ha comenzado su aventura. Ha abierto la puerta, ha llamado al ascensor y sin que me diese cuenta ha bajado hasta el vestíbulo. He bajado corriendo por las escaleras. 

- adónde vas, Luzía?

- a casa, me voy a mi casa 

- tú solita? No sabes cómo se va 

- pues me acompañas 

- y el tete?

- que venga conmigo 

- y si no quiere?

- pues que se quede

- vale, pero no sabrás llegar. Cómo piensas hacerlo, andando? 

- en el tren 

- tenemos comprado el billete para el domingo 

- pues en bus 

- desde Castelldefels no hay bus que vaya a Valencia 

- pues andando 

- tú sabes lo lejos que esta tu casa para ir andando? No recuerdas lo que tardaste el otro día cuando venías en el coche de papá? 

- no me importa

Ha caminado decidida por la acera. Ha cruzado la calle por el paso de cebra y se ha puesto a caminar hacia el castillo 

- por ahí no se va, Luzía, por ahí vas a la montaña 

- vale, pues por el otro lado 

Ahora sí se ha encaminado en dirección playa. 

Yo le quería coger de la mano y llevarla por el camino más corto, pero ella ha decidido ir por dónde su instinto le guiaba. Hemos dado un pequeño rodeo, pero al final con alguna indicación hemos llegado a la estación. 


Le he preguntado a la taquillera que me explicase cómo funcionaba la T-mobilitat para niños. No he conseguido bajármela desde el móvil. Ni ella estaba preparada para entenderlo. Al final me ha dado un teléfono y una dirección en L'Hospitalet para irla a buscar.


Luzía ha seguido con atención mi charla con la taquillera. Le he dicho una pequeña mentirijilla, que no hemos podido cambiar el billete, que solo podíamos viajar el domingo. Se ha conformado y hemos hecho el camino de vuelta a casa. A medio camino me ha pedido que le cogiese la maleta. Entonces le he oído decir por lo bajo, 

- me he equivocado 

- qué has dicho, que no te he oído 

- nada, nada.

Lucía acaba de cumplir 6 años.




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