martes, 20 de agosto de 2024

El encargado (y otras series veraniegas)

 


El hallazgo principal, y lo que hace atractiva a esta serie argentina, es la construcción del personaje. Se diría que eso no es una novedad, que todos los novelistas y parte de los guionistas siguen ese criterio, la novedad de los guionistas de esta serie, Mariano Cohn y Gastón Duprat, es que incorporan en la construcción sus titubeos. Al principio no tienen claro cómo ha de ser el personaje. 'El encargado' que nos proponen no es equivalente al portero que conocemos, tiene más poderes, es el empleado del consorcio que forman la comunidad de un bloque de viviendas de clase media alta en una ciudad argentina. Presenta una cara amable ante una parte de los vecinos y es osco y taimado ante los que tienen el mando. Su personalidad se va decantando cuando aparece el conflicto: la comunidad tiene que votar por la construcción de una piscina en la azotea del edificio, allí justamente donde él tiene su vivienda, lo que supondría que sería despedido.


A partir de ese momento el encargado hace trabajar su astucia, desde la seducción hasta el chantaje, para que los inquilinos se decanten por la opción de no construir la piscina en la próxima votación, cada vez menos complaciente y cada vez más maquiavélico.


Los guionistas en los últimos capítulos, conscientes de su hallazgo, hacen que su personaje cultive en la misma escena los dos planos, el hosco, casi sociópata, y el chistoso irónico y burlón, dejando a sus oponentes desconcertados.


La serie 'El encargado' está hecha con pocos medios y con mucho ingenio, cifrando el éxito en el personaje ambiguo que han creado.




Otras dos series veraniegas -‘disfrute para todos los públicos’- comparten título, Gentleman. La primera -Un caballero en Moscú- sitúa al protagonista (Ewan McGregor) en los fragores de la revolución rusa, un caballero de la caída nobleza salva su vida por haber escrito un poema en favor de las masas oprimidas. Se salva pero a condición de quedar recluido en el mejor hotel de Moscú, el Metropol, donde asiste a las intrigas políticas del nuevo régimen: espionaje, traiciones y amores imposibles o improbables. El punto de partida era bueno, pero la historia queda lastrada por un exceso de romanticismo: todo el mundo es bueno salvo los muy malos burócratas estalinistas.




La segunda, The Gentleman a secas, es un desarrollo en capítulos de la peli The Gentlemen: Los señores de la mafia, de 2019. Un duque inglés hereda la propiedad y el título de su padre. Pronto descubrirá el lio en que le han metido, una intriga de hampones internacionales. Como en la anterior no ha de buscar el espectador orden y sentido en el relato, sino dejarse llevar por la acción: disparos, peleas, lujo y lujuria. Los actores famosos de la peli ceden el paso a otros menos desconocidos, no por ello malos; casi todos los actores británicos son buenos. Par los fans de Guy Ritchie.


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