viernes, 16 de agosto de 2024

A Woman Under the Influence (Una mujer bajo la influencia)

 



Gina Rowlands acaba de fallecer, con 94, tras unos años con Alzheimer, enfermedad que había interpretado en El diario de Noa (2004). Busco la que quizá sea la mejor de sus películas.


Mabel (Gina Rowlands), un ama de casa, tiene un carácter inestable, quizá algún tipo de trastorno mental. Su marido, Nick (Peter Falk), es un hombre poco paciente, inseguro, con un habla desarticulada, monosilábico casi. Tienen tres hijos pequeños. De vez en cuando aparecen los abuelos, especialmente la madre del marido. El medio en el que se mueven es el de italianos inmigrados que trabajan en la minería de áridos. Nick es un hombre débil que necesita ser confortado por el grupo de compañeros/amigos con los que trabaja. Al principio y al final de la película los invita a casa para que verifiquen que la vida de su familia es normal. Mabel no se siente cómoda en ese ambiente de hombres con códigos de comportamiento rudos y primarios. A la pregunta de cómo debe comportarse, Nick responde que con normalidad, que sea ella misma, pero Mabel no sabe o no puede comportarse como de ella se espera. La debilidad de Nick se torna en agresividad verbal y violencia: primero grita, luego abofetea a Mabel. La madre de Nick y un psiquiatra amigo se ponen de su lado y encierran a Mabel en un hospital. ¿Está realmente enferma Mabel?


John Cassavetes, como guionista y director, rodó esta película en 1974. Gina era su mujer y su propia madre la madre de Nick. Han transcurrido 50 años, todo un mundo en la percepción de la vida social y de los mecanismos de la mente. Predominaba la idea de que el comportamiento y las enfermedades mentales tenían su origen en la sociedad más que en la herencia genética y en la constitución del cerebro. El viento de la época desacreditaba la psiquiatría y la regulación química. En esos años se negaba la enfermedad mental, se afirmaba que los comportamientos no normales podían ser creativos; un movimiento propugnaba la desaparición de los hospitales psiquiátricos, su vaciamiento. El feminismo se iba extendiendo aunque aún no bajo la bandera del MeToo. La familia estaba en el punto de mira, aunque la palabra 'patriarcado' todavía no era de uso común.


Si prescindimos del contexto, la película no ha perdido su fuerza. John Cassavetes capta la realidad de la naturaleza humana, la debilidad intrínseca a nuestra condición, la dificultad de la convivencia familiar cuando se cruzan caracteres diferentes, el desamparo de los niños. Capta la tensión, introduce al espectador impotente en la interioridad de una familia que no querría presenciar. La interpretación de Gina Rowlands es hipnótica, más creativa que imitativa, crea el personaje. También el resto de los actores contribuye, hasta los no profesionales. De esas películas que incitan a un debate posterior.


Para completar la experiencia habría que rescatar "Volver a vivir" (1996), en la que Nick Cassavetes prolonga esta película con la misma actriz, su madre.




Qué pestiño, sin embargo, The Notebook (El diario de Noah), con la firma del hijo, de John y de Gena Rowlands, Nick Cassavetes. Una película romántica en la que todos son buenos, todos los obstáculos que aparecen en el camino de los enamorados se salvan, y lo único que amenaza en el horizonte, desde donde se narra, como insalvable, el Alhzeimer de la ptotagonista (primero Rachel Adams y luego Gena Rowlands) en una pirueta final, tampoco es un drama. Los diálogos son malos, las interpretaciones, salvo la de Rowlands, acarameladas, y el conjunto más propio de telefilm de domingo por la tarde que película de un Cassavetes.


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