jueves, 27 de junio de 2024

Cuántica

 




Hacia 1900 se creía que el progreso científico nos conduciría a una imagen más clara y detallada de la realidad. Darwin había señalado el camino hacia la evolución de la vida; los químicos nos aseguraban que los átomos no eran el elemento último de la naturaleza, sino que existían los electrones que orbitaban alrededor de núcleos atómicos. El universo parecía predecible. Pero la revolución cuántica lo puso todo patas arriba


¿Qué es la materia? ¿Se distingue de la energía? ¿Cuál es su forma, su estructura: está hecha de partículas, es una onda? La cuántica supuso una revolución en la física, en nuestra concepción del cosmos. Descubrieron que la luz estaba compuesta de paquetes, que la materia estaba hecha de partículas y de ondas al mismo tiempo, que las partículas no estaban fijas, sino que tendían a dispersarse, que giraban a la vez en el sentido de las agujas del reloj y en el contrario, que podían estar en muchos sitios a la vez (demostrado experimentalmente por la doble rendija de Young), y que solo cuando se las medía o se las observaba se las encontraba en un lugar y posición y no en otro, de forma aleatoria, colapsaban, en su lenguaje. Pero realmente, ¿las partículas colapsan cuando las observamos para formar el mundo que conocemos? ¿Hay dos tipos de física, una para las partículas subatómicas y otra para los cuerpos grandes? La mecánica de Newton funciona bien para los cuerpos grandes, pero no se puede aplicar a la física subatómica y al revés pasa con la mecánica cuántica. ¿Cómo se pasa de una masa de átomos a la civilización humana? Esa era la gran pregunta que quedaba en el aire.


"Basándonos en todo lo que sabemos sobre química, biología y física, la transición de partículas sin vida en la superficie de la antigua Tierra a la primera célula podría haber sido casi imposible. Podría haber requerido una serie de coincidencias cuánticas tan largas e improbables que, incluso teniendo en cuenta el número de planetas y estrellas en el universo, simplemente no debería haber ocurrido ni una sola vez.

Pero la vida evolucionó en nuestro universo. Entonces... ¿eso no descarta este escenario de «la vida es básicamente imposible»?


¿Qué es lo que hace que las partículas colapsen? ¿Es la propia observación lo que las hace colapsar, es la conciencia observando - una conciencia universal que convierte uno de los Estados potenciales en real (“nuestra experiencia consciente podría ser la materia de la que está hecho el universo”. Amit Goswami)- o colapsan ‘porque sí’ (no hay lugar para la conciencia y el libre albedrío), sin que hayamos encontrado una explicación para ello? ¿Y si no colapsan? ¿Y sí las partículas y los cuerpos grandes, como el científico que observa con su instrumental, forman parte de la misma estructura del cosmos, y lo que sucede es que observamos el mundo, el universo al que pertenecemos y al hacerlo vemos uno de los universos posibles, aquel en el que estamos al observar y no otro en el que podríamos haber entrado? Es la idea de multiverso, de las ilimitadas ramas del universo que podemos habitar simultáneamente cuando un suceso nos bifurca.


Otra cosa sucede. Somos cuerpos con una determinada conformación de miles de millones de átomos, en el que no ha intervenido nuestra voluntad para ser lo que somos. ¿Pero cómo diablos ha podido ocurrir?¿Cuántos sucesos cuánticos han tenido que ocurrir para reorganizar tantos miles de millones de átomos y formar mi cuerpo? Antes de eso, es absurdamente improbable la disposición espontánea de compuestos sin vida o nucleobases para autorreplicarse e iniciar una cadena que llega hasta mí. Según el modelo de Hugh Everett III, eso es así, absurdamente improbable, pero en alguna de sus ramas sería posible (a no ser que, como algunos creen, vivamos en una simulación). Y aquí estamos.


La otra pregunta trata del libre albedrío. Hasta qué punto somos responsables de nuestros actos si todas nuestras acciones están predeterminadas. Si no tenemos control sobre la forja de nuestro carácter, si nuestros actos están determinados por el tipo de cuerpo y mente que se ha conformado en nosotros, ¿debe premiar la sociedad a las mentes más brillantes que ayudan la mejora de la sociedad?, ¿debe castigar la justicia a los hombres que cometen delitos independientemente de su voluntad?


El asunto de la conciencia. ¿Hay un continuo de la conciencia desde las plantas a los superorganismos humanos? Cómo salvar la distancia entre la descripción del movimiento de las cosas en el mundo objetivo y la explicación de cómo ese mundo objetivo da lugar a la experiencia y la conciencia.


Hasta el momento no hay nadie que sea capaz de explicar la experiencia consciente, tampoco, por cierto, cómo conciliar la mecánica cuántica (las leyes de las partículas diminutas) con la teoría gravitacional (las leyes de los objetos grandes y pesados).


Leyendo libros de física cuántica uno acaba pensando que lee especulaciones sin fundamento, que sí, que parece que Dios juegue a los dados con nosotros.


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