miércoles, 13 de septiembre de 2023

Atmosférico

 



- Qué bochorno. No sé por ahí, por aquí no acaba de irse el calor pegadizo

- Es un bochorno generalizado ¿Sabes por qué pierden las batallas, una tras de otra?

- ¿Porque son torpes?

- No, al contrario, son inteligentes, capaces, pero están atrapados en argumentaciones, en desarrollos lógicos. No han comprendido la sociedad de cachitos, de memes, la sociedad de la imagen, del scroll.

- Tampoco la vida cotidiana, el esfuerzo por vivir el día a día. Su estructura mental no es la misma que la de la mayoría de la población, quieres decir

- Eso es. Han recibido una educación exquisita en colegios privados, en universidades costosas. Vienen de un medio en el que la cultura es un ambiente donde se manejan conversaciones con fondo argumental, con debates, con dilemas. Para una carrera profesional, para una vida de empresa, incluso para una vida del espíritu, confortable, plena, les basta. Dime qué hay de eso en los consumidores de series, en el scroll de las redes. La mayor parte de la gente ha crecido en ambientes familiares donde construir una frase es un logro

- No creo que podamos dividir la sociedad en dos

- Claro que no, la sociedad está estratificada. Escalonada en zonas de interés, en nichos culturales donde cada uno puede pacer, dar satisfacción a sus minúsculas necesidades. Lo decisivo no es el escalonamiento sino el consumo.

- ¿Acaso no estamos todos sumergidos en el consumo?

- Lo que marca la diferencia es saberse o no consumidor. Comprender cómo funciona. Imagina, como teorizan algunos, que el universo es una enorme simulación de un ordenador cuántico.

- ¿Qué cambiaría saberlo o no?

- Cambiaría la reflexión filosófica, el puesto del hombre en el cosmos, la idea de nosotros mismos. Un nuevo Tales se volvería a caer en el hoyo y todo comenzaría de nuevo. Sin embargo a la mayoría le daría igual, ocupados en sus minucias: trabajar, cuidar a los niños, sacar al perro.

- No estarían pensando todo el día que cada una de esas acciones está predeterminada por un programa informático. En los debates importantes sólo participa una minoría. El ejemplo que pones invalida la pregunta que a veces se hacen los revolucionarios: qué pasaría si la gente dejase de creer en el sistema.

- Ya lo ha hecho, ha dejado de creer y no ha pasado absolutamente nada. Se ha vaciado de sentido la idea de Dios; las religiones son construcción humana, decimos; lo sabemos, hemos segado sus fundamentos metafísicos, pero los hombres han seguido igual, aunque algunos sigan apegados a esas viejas ideas. Necesitan la jerarquía de valores que ofrecían. Lo mismo ha sucedido con los dioses menores: el comunismo, el nacionalismo. Puedes hacer una vida al margen o seguir con el artificio.

- ¿Eludes cualquier responsabilidad, entonces? ¿Qué hay de la construcción del ciudadano, de formar personas morales?

- Ese no es nuestro negociado. Para eso están los maestros y los media

- ¿No crees que nos está quedando una sociedad de zombies? ¿Una sociedad de consumidores sin alma?

- El alma desapareció en los vaivenes de la historia, junto a Dios. No podemos hacer nada más allá de procurar lo útil. Una sanidad básica, una educación elemental, unos pocos conceptos utilitarios sobre el clima, la mujer, la inmigración

- Al final vas a creer en tus propios memes, útiles para nosotros, para conservar el poder pero no para los ciudadanos

- Es que no hay más. Cómo construir un mundo de hombres morales con una población cercana a los 10.000 millones. Con un mundo así no hay un Bien posible, solo ir tirando

- Puede que tengas razón, es así como funciona realmente un mundo dejado de la mano de Dios, pero ¿adónde quieres ir a parar?

- A lo práctico, pero déjame decirte antes una cosa más. La multitud en la historia ha vivido de espaldas a los filósofos y a los científicos. Pregúntales quién fue Anaximandro y quien Buda; de este saben algo, de aquel nada. Dales un buen decálogo y un reglamento preciso acompañado de un régimen de sanciones. No necesitas más. Colócales un buen meme, repítelo hasta la extenuación: ‘el océano se ahoga en plástico’, ‘por nuestra culpa las ciudades de la costa se inundarán’, ‘con cada lengua que muere muere un mundo’. Y otros que dejas sobrentender: ‘Eres hombre, luego eres un potencial violador’; ‘español, entonces fuiste un colonizador, debes una disculpa y una reparación’; ‘¿De qué región vienes del centro, del sur?, entonces eres un opresor’; ‘perteneces al género humano, estás destruyendo el planeta’. La culpa es el gran cohesionador social: hombres obedientes. El cristianismo hizo ese gran descubrimiento.

- No es necesario afinar

- No realmente, lo decisivo es la presión agobiante. Si tienes el poder puedes hacer lo que quieras. Solo has de temer a quien pueda quitártelo. Cercena sus bases, desacredítalo. Repite incansable por tierra mar y aire. Sumerge a la población en una atmósfera lo más irrespirable posible, y lo tienes.

- Axones y dendritas. Conexiones neuronales

- Sinapsis. Piensa en un niño/niña árabe, o en un fundamentalista cristiano, me es igual: una lengua, una religión, unas costumbres familiares, una vestimenta, un rol, un mundo en blanco y negro. Qué va a hacer ese niño ya de adulto, ¿rebelarse? ¿arrostrar el vacío social, la tortura, la muerte o aceptar sin más el software que le han puesto en la mente? Unos pocos seres morales elegirán inmolarse. La mayoría vivirá como zombies; para rebelarse hace falta saber que pueden rebelarse. Solo unos pocos comprenderán que es preferible la buena vida: buen sueldo, buena casa, mujeres. Lo explicó con ingenio Houellebeq en Sumisión.

- Nuestra vía al bienestar, a cambio de ceder la libertad y la autonomía personal

- ¿Tú las echas de menos? Qué tiene de malo vivir bien si no hay más vida que esta. Por qué desaprovecharla.

- Sin embargo si una chica te miraste y retuviese tu mirada más allá de unos cuantos segundos la vida volvería a cobrar sentido, no es así

- No te digo que no

- Vale, pues cuéntame ahora un cuento, por favor, estoy exhausto con tu clase de sociología. Cómo podríamos vivir una vida meramente útil, necesitamos cuentos, historias

- Para eso nos pagan, para contar cuentos

- Pues ale, háblame de la vida sexual del presidente

- Espera, me llaman. Me llama, precisamente Él. Luego te cuento. 


Continuará



No hay comentarios: