miércoles, 14 de junio de 2023

Guadalupe -El Rocío 9

 


Ser andaluz es un espectáculo. Me refiero a lo que conforma la cultura popular de Andalucía: lo religioso y lo folclórico, el habla y el canto, la danza y lo decorativo, incluso el paisaje. En el Rocío se mezcla todo esto. Hoy no es un día especial, sino uno de tantos, pero ahí están los caballos, los carros de tiro, la Virgen en ese templo que de ermita ha pasado por su tamaño a basílica, tras las sucesivas etapas de Alfonso X el Sabio, el terremoto de Lisboa y la construcción del actual templo con aires neorrománticos. La devoción se mezcla con el negocio y con la espléndida geografía: en una nave aledaña lucen cientos de estilizadas velas; alrededor han ido proliferando restaurantes y hoteles hasta conformar un núcleo turístico al que denominan La Aldea; justo al lado de la llamada ermita del Rocío están los marismas más grandes del Coto de Doñana donde a esta hora, cuando el sol reverbera en las paredes blancas, cientos de flamencos, calamones y ánades caen sobre el agua. La sensación que flota en el ambiente es de fiesta: una forma de vida despreocupada, aligerada, cuyo objeto es pasárselo bien y no en estar obsesivamente preocupado por trabajar y padecer. A eso me refería con el espectáculo de ser andaluz. Ya otras veces lo he afirmado: si en la península hay una nación con características distinguibles, no es Vasconia, tampoco Cataluña, es Andalucía. Buena comida en Casa Manuela.




Pensábamos que podríamos recorrer parte del parque en bici, pero no, había que caminar. No era buena hora para visitar el parque entre las 4'30 y las 6'30 de la tarde y además con fuerte viento; no esperábamos encontrar grandes mamíferos, tampoco pequeños, pero sí aves en las lagunas, sin mucha agua, o en los humedales -más que lagunillas: hemos visto milanos negros, gacetas y espátulas. Por la mañana en las lagunas más llenas, junto al Rocío, sí que había abundantes calamones, flamencos y pochas. Fuera del parque hemos visto un águila calzada y cernícalos. Una decepción, pues. Quizá el estío adelantado, quizá la falta de lluvias. No lo sé. No entiendo de biología. Uno imaginaba el Parque de Doñana esplendoroso. No ha sido así.


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