No hay momento como este para la prospectiva. ¿Cómo era aquella frase de Churchill: "Un acertijo envuelto en un misterio dentro de un enigma"? Es lo que se me ocurre para pensar qué va a suceder con nuestro país. Si ahora hubiese elecciones las ganaría la derecha de calle. ¿Pero qué sucederá en diciembre del 2023? Me lo planteo viendo cómo actúan las fuerzas políticas ante la cuestión del indulto. Y, en concreto, qué pretende Podemos apoyando a los golpistas catalanes y afeando el informe del Supremo. ¿Adónde quiere llegar Podemos? Podemos tuvo su oportunidad entre 2015 y 2017. Acabar con lo que ellos denominan 'régimen del 78' era 'posible' (ese era el significado de la conversión de una partícula verbal en sustantivo: 'Podemos'). Intelectuales gente en la calle organizaciones políticas se aprestaron a convocar un proceso constituyente. Recuerdo cuando Yayo Herrero vino a la ciudad a las jornadas culturales a presentar su libro (lo comentamos en el club de ensayo), su entusiasmo y convicción para sustituir la constitución del 78 por un proceso constituyente, ante el silencio del otro ponente, Jorge M. Reverte, recientemente fallecido. Curiosamente a los ponentes de aquellas jornadas los escogía la concejalía de cultura de un ayuntamiento del PP. Una de las fuerzas políticas independentistas catalanas llevaba ese nombre, Procès Constituent. El objetivo era una república confederal y socialista. Podemos veía a los independentistas como aliados necesarios.
Octubre de 2017, el golpe catalán, vacunó al país contra esa tentación autodestructiva. El Estado español se ha rearmado intelectual y moralmente. Aunque no lo parezca es ahora más fuerte. La sentencia de ayer del Supremo es un buen ejemplo. La idea de que el Estado es el instrumento para la protección de los derechos está calando en la población. Los dos peligros que lo asediaban, el separatismo y el populismo chavista están más débiles que nunca. Podemos sigue apoyando a los golpistas y critica al Supremo por inercia; ha perdido el entusiasmo y la convicción. Errejón y su movimiento no se apuntarán a un proceso constituyente. Reconvertidos en moderados y buscando centralidad, por delante tienen dos posibilidades o confluir en el PSOE o mudar su discurso retórico hacia la 'alternativa verde', siguiendo la moda alemana.
Respecto de lo que va a suceder, el PP querría unas elecciones de inmediato. sánchez, al que instinto político no le falta, olfatea que el país tiene una energía acumulada a punto de explotar que se convertirá en actividad empleo y transformación. El Estado de derecho es una cosa y la opinión volátil de los ciudadanos otra. El futuro está por escribir.
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