Richard Linklater es un cineasta que tiene cosas interesantes que mostrar sobre esta época más que uno con ideas geniales que deslumbren al espectador. Así fue en su trilogía del Amanecer, Atardecer y Anochecer, con Julie Delpy y Ethan Hawke, y, especialmente, en Boyhood, hasta ahora su mejor película. Pero qué haya querido mostrar con esta solo él lo sabe. Bernadette, una arquitecta guapa, rica y familiar, en crisis de creatividad, en una desorientada y desconocida Cate Blanchett, no va a ningún sitio. Es una historia sin sustancia, bobalicona, con tonos rosas o románticos y aburrida, muy aburrida.
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