lunes, 29 de junio de 2020

La tarjeta y el malote (III)


- Mira Pablito te lo voy a explicar con un ejemplo

- A ver maestro

- Subía yo esta mañana por la estrecha rampita en pendiente que separa el túnel de Islas Baleares del desvío que va hacia el Divino Valles, con bordillo y muro a los lados, cuando una furgoneta se me ha cruzado por donde no podía ni debía. Me podía haber tirado perfectamente.

- Y qué has hecho maestro

- Qué iba a hacer, una bici contra una furgoneta. A llegar a la rotonda, ha parado y yo también, a su altura, le he dicho, 'gilipollas'. Pues se me ha encarado y me dice 'qué te pasa'. Así que qué otra cosa podía hacer.

- Cuál es la lección maestro

- Pues, simplemente, que cuando tienes el poder tú llevas la furgoneta. No tienes nada que temer

- ¿Así que lo de la tarjeta del móvil pasará?

- ¿Quién se te podría oponer?

- La derecha, los periodistas, alguna mujer

- La derecha está para los grandes negocios no le importan estas minucias. Y su moral de sacristía les impide escarbar en la vida íntima de las personas. No temas por ese lado. Además ya me has demostrado en estas lecciones qué sabes utilizar esa debilidad en su contra. Nada mejor para callarlos que ponerles en un aprieto moral. Te lo he visto hacer cuando simulábamos sesiones en el Parlamento

- Los periódicos me están dando caña

- Los periodistas radicales se cuecen en su propia salsa nadie da crédito a los radicales. Tienen su público reducido, pero esa gente fanática y radical no nos interesa o nos interesa para ponerlos en el espejo de nuestra gente. Nuestra gente necesita que existan y se manifiesten y que les demos caña. Les reconforta y aumenta su fidelidad.

- ¿No debo temer a los periodistas?

- De ninguna manera. Los periodistas son ante todo cobardes y en segundo lugar interesados. Las dos cosas juntas les invalidan. Se postrarán ante ti con las palmas de las manos hacia arriba, podrás hacer con ellos lo que quieras. Es una profesión de cobardes, de hecho la mayoría de la gente lo es. Tiene miedo de perder su trabajo, de quedar aislada, separada del resto de la gente.

- Pero hay algunos

- ¿Duros de roer? Unos pocos a los que nadie hace caso y qué nuestro batallón de matones les acosa hasta reducirlos a la nada. Además suelen ser intelectualillos que se mueren por una frase bien acabada. Un elogio bien puesto en el momento oportuno los desarma

- Así que no debo temer a nada ni a nadie

- No, mientras tengas el poder. Solo después, cuando lo pierdas, deberás empezar a preocuparte, pero solo de los tuyos. Son los tuyos los que pueden acabar contigo.

- ¿Y las mujeres?

- Tendrás todas las que quieras cuando tengas el poder. Y lo harán no porque seas guapo o feo sino por el irresistible atractivo del poder. Hasta los gays te admirarán

- A mí no me interesan los gays

- Pero los necesitarás para la batalla cultural que de momento es la más importante. Dominan los medios y la cultura y son rencorosos.

- Qué tengo que hacer con ellos

- Nada. Lee 'Blanco' el último libro de Bret Easton Ellis. Mira las cosas que dice de Richard Gere, para sonrojarse. Quién se enamora de un chico guapo, no las mujeres, los gays. Richard Gere no tenía que hacer nada, simplemente posar, ni siquiera ser un buen actor.

- Yo no soy guapo

- Tienes el poder, que es más importante. Se displicente con ellos. Cuanto más lo seas más te admirarán. Pero no digas nada por lo que se sientan despreciados

- Y las mujeres ¿cómo las conquisto?

- Lo mismo. No tienes que hacer nada. Úsalas. Piensa en ello, mujeres de un solo uso.

- ¿Y si me gustan mucho?

- Pues tenlas una temporada muy corta, lo más corta que puedas. No debes atarte. El poder y los sentimientos son como el agua y el aceite.

- ¿No me guardarán rencor?

- Mientras seas poderoso no. Te rodearán, estarán dispuestas a hacer cualquier cosa por ti. Solo cuando caigas en desgracia puede haber alguna rencorosa que te busque las cosquillas.

- ¿Y toda esa cosa contra el machismo y el patriarcado que está en nuestro programa?

- Ellas se encargan. Quieren hombres fuertes, poderosos, machos alfa como tú. El machismo solo se aplica a la derecha. Tú estás exento

- ¿Y la familia y los niños?

- Eso está bien, reviste tu vida de normalidad. Te ayudará con una parte de la población.

- Pero yo no me puedo atar, no me siento obligado por la paternidad, no tengo instinto

- Es un formalismo social que puedes fácilmente obviar

- ¿Y qué pasa con los nuestros, con nuestra gente, no advertirán contradicción?

- Te envidian, te admiran, te adoran. Puedes hacer, has de hacer lo que a ellos les gustaría hacer y no pueden. Guardan su rencor para la derecha, tú para ellos eres el macho alfa.

- ¿Quieres decir que puedo hacer lo que quiera?

- Lo que quieras. Puede ser malote. Desean que seas malo, que te comportes mal. Obtendrán placer de tus palabras ásperas, de tus gestos sombríos. Es lo que esperan de ti, ya te digo, lo que ellos querrían y no pueden hacer

- ¿Hasta dónde puedo llegar?

- No hay límite. Hasta donde quieras, si tienes el poder, siempre habrá quien tape lo que haya que tapar. Mira los machos alfa del mundo, Putin, Trump. El modelo Putin te va como anillo al dedo, es quien mejor se adapta a tu personalidad

- Pero yo no tengo su poder

- Espera, puede que llegue la ocasión. Eres inteligente, frío, no hay nadie como tú. El otro, Pedrito, tiene una cualidad que es al mismo tiempo su defecto, pero solo una, ahí se acaba todo su encanto y seducción. En ti no hay debilidad

- ¿Entonces, la tarjeta?

- ¿Qué temes?

- Los fiscales, los jueces

- Si tienes el poder tienes el aparato del Estado a tu servicio. Es raro que un juez se ponga gallito. Pero se le desarma fácilmente. Al contrario, te ayudarán harán lo posible para que todo quede en nada.

- Pero ¿y la realidad?

- ¿La realidad? ¿qué es eso?



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