martes, 3 de marzo de 2020

Alma


Parece que hemos llegado al convencimiento de que no hay alma, que el individuo es un organismo único, con partes o sistemas con funciones específicas, pero no separado en dos entidades diferenciadas. Y sin embargo, más allá del sistema neurológico, más allá de la complejidad del psiquismo, hay algo que se nos superpone, algo que no estaba en el diseño corporal, un huésped que se fija y nos habita, crece y nos coloniza, y actúa dentro de nosotros hasta el punto de conformarnos, no del todo, no esclaviza todos nuestros sistemas, pero puede llegar en determinadas ocasiones a hacerlos disfuncionales, a incapacitarnos. Es por tanto, un cuerpo extraño, un ente aparte, el alma que crea la más potente imagen de lo que somos y aquello a lo que aspiramos y nos guía.

El alma tiene muchos orígenes, pero no sabemos con certeza cómo nos penetra, en qué momento se aposenta en nuestra psique, aunque podemos rastrearlo. Llega desde fuera como una idea, como una imagen, como una forma de un atractivo irresistible, irrechazable. La idea de comunidad es esencial en su éxito. Nos hermana con un grupo, a veces amplio, a veces no, que nos acoge, a veces con bautizo, a veces no, aunque no necesariamente ofreciéndonos beneficios tangibles. Lo habitual es que con el sentimiento de pertenencia nos baste. Nos afiliamos formalmente o de modo imaginario y ya estamos dentro del grupo, en realidad el grupo entra en nosotros y conforma una parte de nuestra mente, no para cubrir algún tipo de necesidad material, sino, al contrario, para exigirnos fidelidad y con ella cumplir con obligaciones de distinto tipo, desde la defensa del grupo a su promoción y en ocasiones el sacrificio de la propia vida. 

Creemos que el cuerpo extraño es nuestro yo, que forma parte de nosotros, que somos nosotros mismos, pero es justo al revés, somos sus rehenes, sus esclavos obedientes, cualquier crítica, cualquier alusión irónica a nuestra dependencia. por benigna que sea, nos ofende, nos hace sentir una profunda humillación. Creemos que somos libres, pero no lo somos, estamos atados a múltiples dependencias, algunas tan dañinas que nos anulan.



No hay comentarios: