viernes, 7 de junio de 2019

El otro lado del silencio, Philip Kerr




         Si lo que buscas es una lectura amable, que las páginas vuelen, sin tener que volver una y otra vez sobre la frase para tratar de entenderla, con unos cuantos guiños a tu conocimiento de la historia del siglo XX, con cierto humor blanco teñido de leve ironía inteligente, sin que tengas que preocuparte demasiado por seguir la trama, que interrumpir la lectura porque otras cosas llamen tu atención no sea un problema, esta novela de Philip Kerr o cualquiera otra de las suyas esta es la novela que estabas esperando. El autor escocés recientemente fallecido era un gran urdidor de tramas detectivescas, algunas en formato serie, de las cuales la que le llevó a la fama es la centrada en el comisario berlinés Bernie Gunther que trabajó en la época de los nazis. Kerr te da un relato trabado, personajes con morbo y mucho de lo que esperas leyendo historias detectivescas. En El otro lado del silencio Bernie Gunther, ya en la posguerra, trabaja de conserje en un hotel de la costa azul, pero el pasado le persigue, que es lo que el lector de esta serie espera, que vuelvan los personajes malos, morbosamente malos, y el prota sepa salir de las situaciones más complicadas. Se enamora de una bella mujer equivocada y casi sin querer se ve atrapado en una trama de chantajes en la que intervienen los servicios de espionajes de la Alemania comunista y de los MI5 y MI6 británicos. El autor vuelve un par de veces hacia atrás para intercalar historias de la Alemania nazi cuando Bernie Gunther trabajaba para Heydrich y el SD, aunque las páginas más interesantes son aquellas en las que aparece el gran autor inglés Somerset Maugham, que también fue espía en su juventud, aunque ahora es un viejo novelista rico en retirada en la famosa Villa Mauresque. Fue autor de las mayores ventas en los años treinta (El filo de la navaja, De la bondad humana, El velo pintado), varias de sus obras fueron adaptadas al cine, aunque en alguna ocasión reconoció, con ironía, desde su falsa modestia, “estar en la primera fila de los escritores de segunda”. Maugham se rodea de una pequeña corte de sarasas ricos, cultos, irónicos y en algún caso chantajistas, como es el caso de su sobrino Robin Maugham, autor de una biografía de su tío y también de una novela que el cine haría famosa, El sirviente. El chantaje a lo grande y por lo menudo es el mcguffin de esta novela. Como digo no es una novela para descifrar las complejidades de la naturaleza humana, pero es divertida. Cumple la máxima de Montaigne: "Sólo busco en los libros el gusto que me proporcione un honrado entretenimiento", frase que firmaría a gusto el propio Somerset Maugham.

         Cualquiera de las novelas de la serie hará las delicias del lector que busca relajarse con la lectura. Por ejemplo: Praga mortal, la que a mi más me ha gustado, o La dama de Zagreb y fuera de la serie, Una investigación filosófica.


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