domingo, 19 de mayo de 2019

La España democrática



Ciudadanos sufre también el lastre de la deriva de todos ellos hacia la extrema derecha”.
Expulsem C’s de Catalunya. 
"Fuera fascistas de nuestros barrios". 
Begoña Villacís, a punto de parir, sufre un escrache en su visita a La Pradera. 
Un concierto en el que actuaba Marta Sánchez en Badalona se suspendió cuando varios huevos se arrojaron desde el público contra la cantante 
Pedro Almodóvar: "El resultado de las elecciones me ha devuelto la España democrática"

         Uno podría pensar que tras actos y opiniones como estos los votantes en solidaridad votarían a los injuriados. Pero no sucederá así sino todo lo contrario. Es una lección de la historia. Los casos del País Vasco y de Cataluña son claros ejemplos, cuanto más difícil se hace la vida de los no nacionalistas, cuanto más se les ataca más se retrae el votante y a continuación vota a los escrachadores y a los injuriantes. El votante es cobarde en primera reacción para después asumir como propia la ideología que antes temía.
"Allí toqué el mundo, alto y hondo, con la yema de los dedos. Aquello me desafiaba y me respetaba por su exigencia". (Juan Mayorga en un palco del Teatro María Guerrero, con 16 años. Núria Espert representa Doña Rosita la soltera de García Lorca en un montaje de Jorge Lavelli).

         Quizá lo propio de esta larguísima campaña, aún no acabada, es el afloramiento del odio a múltiples bandas. Alentado desde los medios y desde las tribunas y recogido con pasión por el elector. Sin duda ha habido una falta de respeto a la inteligencia del común, publicistas y políticos siguen considerando carne tonta al ciudadano, pero este lo acepta, está cómodo con esos insultos hacia su integridad moral.

         Sólo hay una forma de vivir y en consecuencia de votar como nos alertan las voces autorizadas:
«Por cada vez que volviste sola a casa y pasaste miedo, y le dijiste a tus amigas 'tranquilas, chicas, que ya estoy', vota». (Íñigo Errejón).
          Es sorprendente de todos modos la animadversión, el odio, hacia un partido que no ha gobernado ni tiene posibilidades de gobernar. ¿Cómo explicar semejante cosa? Sobre todo cuando los partidos a los que se opone ya tienen el gobierno de la nación y tendrán comunidades autónomas y ayuntamientos. Qué más quieren. Por qué ese odio. En realidad odian lo que representa, lo que defiende, odian a sus votantes. En fin, nos queda la poesía. Y la música. Salud.





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