Caminan
con lentitud de paquidermos
atraviesan
el paso de peatones con sus tres carritos
la
mañana buena está levemente alterada por la brisa
alzo
la vista sobre los altos edificios de cristal oscuro
el
sol no ha remontado todavía
les
sigo aunque están demasiado lejos para mi cámara barata
la
plaza las calles que se cruzan los taxis todo es barullo
estoy
cómodo sorprendido me gusta el aire ligero que golpea mi cara
el
hombre un chaquetón las tres mujeres abrigos con bufanda
busco
su reflejo en los charcos de la lluvia de anoche
no
lo consiguieron el cemento de la plaza la horizontal de la estación
las
verticales empotradas en los anchos edificios de las compañías de
seguros
la
ciudad era moderna está en la vanguardia dijeron
aunque
hay un cierto encanto en las irregularidades del dragón vecino
formas
achaparradas y cobrizas que me devuelven el dolor del pasado perdido
dudo
un instante ¿sigo su extravío? al tren le falta media hora
una
conductora pequeñita muy delgada medias negras
trastea
con maletas y familia se sienta al volante decidida
me
gusta observar me molesta que me miren
atraviesan
otros pasos bordean parte de la plaza
qué
les mueve a esta hora tan temprana a dejar la casa
subir
al tren bajarse en la estación de la gran ciudad
podría
dar detalles añadir adjetivos
me
degrado tanto como a ellos les rebajo
yo
también he subido al tren y he bajado en la gran plaza también
alinean
por fin sus carritos en uno de los lados del polígono
el
hombre y un carrito una mujer y un carrito otra mujer otro carrito y
otra mujer
ven
a vernos conoce la biblia dios te ama
generosos
con el tiempo entregados al ladrón
me
acuclillo en un charco tiro la foto busco palabras
en
el asiento incómodo del tren que ya se se está yendo
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