Uno
de los peligros es que los humanos nos convirtamos en prescindibles
para una inteligencia sobrehumana, como para nosotros lo son los
animales o incluso como los mayores lo son para los jóvenes. Puede llegar el momento en que el Homo Sapiens no sea la inteligencia más
avanzada del planeta y puede que subsista en la tierra una parte de hombres como especie en peligro de extinción. Los científicos prevén ante tal eventualidad crear una IAS confinada, es decir encerrada en un
recipiente incomunicable, que responda y aclare las necesidades
humanas pero que no pueda intervenir en el mundo. Hay películas que
abordan ese asunto, entre ellas Ex Machina, donde una IAS
confinada encuentra el modo de escapar.
Max
Tegmart es un físico con tendencia a la metafísica. Propende a las
ideas rompedoras que bordean el paradigma aceptado. Su idea más
llamativa es la del universo matemático, el universo como estructura matemática. En su último libro editado en España, Vida
3.0, tiene unas cuantas más, entre ellas la de que la
inteligencia puede separarse del sustrato material en la que se
incardina para alcanzar vida propia. No es el único que defiende que
la mente es como una máquina virtual implementada en el cerebro. Si
es así podría trasladarse a otros soportes, con independencia del
material sustentador. De hecho, ya hacemos que la información y la
computación, que antes creíamos que eran capacidades exclusivamente
mentales, aparezcan en diversos sustratos materiales. La computación
no es más que una pauta espacio temporal, una disposición de las
partículas. De acuerdo con ello establece que en la evolución de la
vida hay tres estadios de complejidad.
Vida
1.0 es la etapa de la vida biológica, que, gracias a la evolución desde las
bacterias a los mamíferos y hasta los homínidos, los seres
vivos son materia organizada que sobrevive y se replica, sin que
nadie lo haya diseñado previamente.
En vida
2.0 a la biología se añade la cultura. La inteligencia
rediseña el software de la vida con habilidades complejas, desde ir
en bici a la capacidad de cálculo, la ideación, el arte, los sentimientos. Las sinapsis
cerebrales acumulan 100.000 veces más información que el ADN en el
nacimiento.
Vida
3.0 sería la etapa en que la inteligencia libre de cualquier
sustrato, gracias a la tecnología, adquiere una autonomía tal que
es capaz no solo de manipular el software sino de rediseñar el
hardware. El momento de la singularidad o IAS (inteligencia artificial sobrehumana), en la que las máquinas
han superado al hombre.
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