Barbara
Hendricks ya no tiene una voz joven, no llega adonde le gustaría
llegar, aunque hace esfuerzos para disimularlo, pero sigue teniendo
el don del espectáculo y de la música. Acompañada de tres músicos
suecos, al teclado y a las cuerdas, exhibe un
recital vertebrado en torno a poderosas frases de Martin Luther King,
con temas de jazz y blues. Todo suena bien, su voz, cuando canta y
cuando recita las frases o poemas de autores en torno a los derechos
humanos, la música y el público que aplaude generosamente. Desborda
simpatía, habla y recita en castellano y sabe escoger las frases de
King que están tan vivas hoy como cuando las pronunció por vez
primera. Por ejemplo, “La oscuridad no puede deshacer la oscuridad:
únicamente la luz puede hacerlo”. “Siempre es el momento
apropiado para hacer lo que es correcto”. “Una injusticia en
cualquier parte es una amenaza a la justicia”. “Nada que un
hombre haga lo envilece más que el permitirse caer tan bajo como
para odiar a alguien”. “Al final no recordaremos las palabras de
nuestros enemigos, sino el silencio de los amigos”. “Hemos
aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces: pero no
hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”. “El
lugar más caliente del infierno está reservado para aquellos que
permanecen neutrales en tiempos de gran conflicto moral”.
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