Otoño fresco.
Coman todos melón
y berenjenas.
(Basho)
Kyoto es una gran ciudad llena de ruido, luz y vida, de difícil dominio de una vez. De momento he visto una gran avenida comercial, tipo paseo de Gracia, un barrio antiguo de bajas casas de madera, con teatros, restaurantes y casas de geishas, un cruce de calles cubiertas con bóvedas, al modo de la galería de Milán, y otro de vida nocturna con garitos de todo tipo. Después de pasear por ciudades más pequeñas, llaman la atención algunas cosas que hasta ahora no había visto: borrachos solitarios, grupos de jóvenes que encuentran en la bebida en grupo la diversión, ciclistas que se saltan los semáforos en rojo y, en general, la poca gracia que tienen los japoneses en el vestir.
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