Durante
todo el día iremos remontando el río Tera, entre choperas, acequias
y embalses hasta llegar a Rionegro y luego a Mombuey donde nos
encontramos con una amiga de Ramón y con un amigo de Ani con quienes
compartimos cafés y cervezas. Después siguieron una serie de
pueblecillos, donde se combinaban las zonas arenosas con otras
encharcadas con pasos llenos de piedras grandes que hacían imposible
pasar con la bici, entre los embalses de Valparaíso y Cernadilla.
Harto, me salí del camino en Otero de Sanabria para tomar la
carretera hasta Puebla de Sanabria. Unos kms de gozosa bajada que se
acaban justo al reencontrar al Tera a los pies de Puebla. Tras la
subida buscando el albergue municipal me dicen que lleva años
cerrado. Al menos veo las magníficas vistas desde lo alto del
pueblo. El albergue Casa Luz, en la carretera de entrada a Puebla, lo
lleva una pareja de ancianos no muy habladores. Allí nos encontramos
con una andarina muy preocupada por su perrito con quien ha hecho el
camino porque tiene heridas en las almohadillas de sus patas. Ha
hecho un día de descanso para ver si se cura.
Comemos
en un asador, a las afueras, algo caro, pero con comida abundante. Por la tarde el
amigo de Ani se ofrece para llevarnos al Lago de Sanabria y otras
lagunas de origen glaciar, como el Lago de los Peces en lo alto del
parque natural, que tras el periodo de lluvias está muy bello con la
floración de la ginesta. Luego visitamos Ribadelago viejo, donde
apenas pervive el recuerdo de la tragedia de la presa rota ya que los
vecinos están reconstruyendo sus viejas casas y también el
Ribadelago Nuevo, con sus edificios blancos tan fuera de lugar en
esta zona. Acabamos en el Mesón Abelardo donde sirven un pulpo
exquisito. 71,13 kms.
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