martes, 19 de diciembre de 2017

La venganza de las chonis y los charnegos



              Cuando en los ochenta los profesores, escritores y líderes de la órbita de la izquierda (PSUC, PSC) decidieron que la entera población fuese una sola comunidad, mediante políticas de integración, optaron porque en la cesión solo perdiese la parte débil y desfavorecida, los inmigrantes, en general procedentes del sur de España: debían dejar su lengua y debían ceder su tentación de entrar en política en favor de las élites que estaban organizando el futuro (Votadnos que nosotros nos encargamos del resto: la dirigencia de los partidos, los cargos de representación, los puestos en la administración y en las empresas asociadas a las ubres del Estado). De ese modo les estaban robando el futuro, a ellos y a sus hijos, en nombre de la paz social. 

              Esa élite progresista, devenida en intelectual orgánico del catalanismo, pronto se confundió con la burguesía y ensanchó la clase media catalana dependiente de la enorme burocracia autonómica, apoyó o formó parte de sus gobiernos y, posteriormente, integrándose en sus partidos o movimientos cuando en el rapto colectivo creyeron posible el cielo de la separación, dejando en la intemperie a quienes decían defender e integrar. Al final, como la realidad desechada siempre se toma venganza, aquel oasis de paz social cantado por los cantautores que prosperaron gracias al pacto, el sistema de partidos ha saltado por los aires duplicándose en dos comunidades enfrentadas: JuntsxCat/PP; ERC/PSC; CUP/Comunes, más un partido de difícil acomodo, el de los xarnegos y las chonis, el de la nueva clase media crecida al margen del pacto, desde el arrabal al centro de la ciudad.


             Ahora, sin aprender del pasado tan reciente, quieren volver a reeditar el pacto (ERC, PSC, Comunes) sin aprovechar la circunstancia para desinfectar las heridas causadas por el independentismo y construir una sociedad sobre bases más equitativas. Ya se están encargando los medios, otra vez los intelectuales progresistas, para demonizar a un partido que ha tomado en serio que en una sociedad moderna todos somos libres, todos somos iguales, o al menos debemos aspirar a serlo. 

No hay comentarios: