“El secreto de la felicidad,
encuentra algo más importante que tú, y dedica tu vida a ello.”
Consumo
y amistad, los dos polos sobre los que oscilamos estos días. La
cantidad de trastos inútiles que acaparamos o regalamos, poniendo en
ellos, a sabiendas de que no es así, la promesa de felicidad. Pero
también el anhelo de amistad. Nos acordamos de viejas amistades a
las que querríamos recuperar y les deseamos lo mejor, aunque nuestro
esfuerzo por recuperarlas no vas allá de un clic.
Pero
no sólo consumimos objetos físicos, nuestro mayor consumo es de
objetos lógicos. De ello, lo peor, es que no somos conscientes, no
reparamos en que la mayor parte de las ideas que contaminan nuestra
mente son tóxicas, no nos pertenecen pero las hacemos nuestras y nos
convertimos en sus esclavos y las esparcimos por doquier con una
pasión virulenta, ideas como virus que propagan la enfermedad. Este
2017 que está a punto de concluir ha llevado al paroxismo el consumo
de ideas tóxicas hasta el punto de trastornar la vida social y
política de nuestro país y de los países de nuestro entorno.
Así
que amistad. Vayamos más allá del clic. Recuperemos la charla junto
al café o la copa de vino, el apretón de manos o el abrazo son los
mejores remedios contra las ideas tóxicas.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo
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