miércoles, 21 de junio de 2017

Patrones de organización



              En 1862 lord Kelvin, tras un cuidadoso cálculo, basado en lo que sabía de física y termodinámica, creyó llegado el momento de hacer una afirmación con garantías sobre la edad de la tierra: entre 24 y 400 millones de años, probablemente 100 millones de años. Otros importantes científicos de finales del XIX como Hermann von Helmholtz y Simon Newcomb presentaron sus propios cálculos: entre 22 y 18 millones de años respectivamente. Ahora sabemos que todos se equivocaron en mucho. El primero dejó fuera del cálculo complicados procesos como los volcanes y los flujos de lava. Los segundos, que tenían en cuenta la evolución del sol hasta su diámetro e intensidad actual, desconocían el proceso de fusión nuclear. Lord Kelvin erró en un factor de 50.

             Creemos que el Big Data nos hará dueños del mundo o poco menos, que comprenderemos mejor los fenómenos que nos rodean, pero no deja de ser una ilusión, al menos de momento. Controlamos unas variables pero muchas otras se nos escapan. Pensemos en el clima. Tenemos al alcance la temperatura y la lluvia, el viento y la presión. Pero qué hay de los rayos solares y de las nubes, del resto de componentes de la atmósfera y de la dinámica de los océanos y, por encima de todo, del comportamiento en conjunto de la megaestructura que es el clima. Cómo medir los cambios que un factor induce en los demás, cómo seguir la dinámica general.

             Marten Scheffer habla de puntos de inflexión. Una gran estructura como el clima, el estado de nuestra mente o el comercio mundial se mantienen estables durante un tiempo y de pronto entran en crisis y pasan a otro estado: la catástrofe climática, una gran depresión o la gran recesión. Según Scheffer, hay un punto de inflexión que cuando se supera el sistema cae en otro estado. ¿Qué produce ese punto de inflexión, el cambio en una variable o la propia dinámica de la gran estructura?

“El universo no viviente es tan diverso y dinámico como el universo viviente, y también está dominado por patrones de organización que aún no comprendemos. Los grandes problemas -la evolución del universo como un todo, el origen de la vida, la naturaleza de la conciencia humana y la evolución del clima de la Tierra- no pueden entenderse reduciéndolo todo a partículas elementales y moléculas. Serán necesarias nuevas formas de pensar y nuevas formas de organizar los grandes cúmulos de datos”. (Freeman Dyson).


              ¿Y el pensamiento? “La idea tradicional de que la esencia del pensamiento humano consiste en razonar de manera lógica mediante la manipulación de expresiones en una especie de lenguaje simbólico interno está sucumbiendo ante un punto de vista completamente diferente, según el cual un pensamiento es simplemente un gran patrón de actividad neuronal”. (Geoffrey Hinton).

No hay comentarios: