viernes, 12 de mayo de 2017

Enviada especial


           Algo parecido a lo de Woody Allen escritor me sucede con Enviada especial de Jean Echenoz. No pude con sus primeros libros pero volví a él con sus originales biografías, Ravel, Correr, Relámpago. Me gustaron. 14, lo más reciente, me entusiasmó. Me hizo creer que era uno de los autores franceses que merecía la pena seguir, que quizá la literatura francesa no se había quedado tan atrás frente a los escritores británicos de su generación. Pero qué decepción, qué aburrimiento pasar una detrás de otra las páginas de esta Enviada especial intentando encontrarle el pulso, el rítmico de las frases y el del corazón de la historia que no hay manera de que se concrete. Sin duda arrastro el aburrimiento de Pura anarquía, también que no reaparezca la comezón que me invadió en la reciente lectura de Cáscara de nuez, de Ian McEwan. ¿Por qué algunos autores se creen tan graciosos? 

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