viernes, 18 de noviembre de 2016

Evolución, el exocórtex



            Javier Sampedro, periodista de El País:       

            “El sentido común y Aristóteles dictaban que las piedras grandes cayeran más deprisa que las pequeñas, pero a Galileo le bastó subirse a la torre de Pisa para demostrar que no era así, en lo que puede considerarse el primer resultado negativo de la historia de la ciencia; en él se basan las teorías gravitatorias de Newton y de Einstein, y por tanto toda nuestra cosmología”.

            “En las postrimerías del siglo XIX, Michelson y Morley diseñaron un pulcro y minucioso experimento para medir la velocidad de la Tierra respecto al éter luminífero, el medio en el que se movía la luz, y lo que les salió fue que allí no había éter luminífero ninguno, en otro glorioso resultado negativo que reveló a Einstein que la velocidad de la luz era una constante fundamental de la naturaleza. Einstein, en realidad, ya sospechaba eso por razones de consistencia matemática, pero nadie le habría hecho caso sin el crucial resultado negativo del éter”.

            “El anatomista norteamericano Vernon Mountcastle, que murió el año pasado, descubrió en los años cincuenta la estructura fundamental del córtex cerebral, la sede de la mente humana, y se concentró en buscar las diferencias entre unas zonas y otras que pudieran explicar la asombrosa subdivisión del córtex en módulos (visuales, auditivos, sintácticos, semánticos, emocionales, morales y todo lo demás). Redondeando un poco, no encontró ninguna. Las “columnas corticales” descubiertas por Mountcastle se las apañan de algún modo para realizar todas esas tareas tan distintas. Otro resultado negativo fundamental”.


            "En 1977, tras siete años de investigación, se había logrado secuenciar el 1% del genoma humano, por lo que, si seguíamos a ese ritmo, se tardarían casi 700 años en secuenciarlo por completo. Pero no es así; de hecho, cuando tienes ese 1% ya estás en la mitad del camino, porque al ser exponencial, luego tienes el 2%, luego el 4, luego el 16 y con el siguiente paso ya has llegado al final del camino. En veinte años nos vamos a comunicar telepáticamente y la muerte se convertirá en una opción. El ser humano va a decidir si quiere morirse o no".

            "El primer chip para secuenciar genomas costó mil millones de dólares y terminará costando diez: los chicos en secundaria lo tendrán en clase para hacer experimentos secuenciando a un conejo o una planta. Esto lo va a transformar todo, porque va a cambiar la visión de la humanidad. Ahora mismo hay ocho misiones iniciadas para viajar a Marte en dos décadas, cuatro son públicas y cuatro privadas. Y dice Elon Musk que los primeros billetes para Marte costarán sólo 500.000 dólares".

            "Al mejorar el hardware (mediante la nanotecnología y la biotecnología) y el software (mediante la infotecnología y la cognotecnología) del ser humano, no sólo tendremos telepatía de banda ancha, a alta velocidad, sino que vamos a mejorar, aumentar y superar todas las capacidades humanas. Lo que te quiero transmitir está en mi cerebro, pero no te lo puedo contar todo, ni tampoco con la claridad y rapidez que deseo, porque el cerebro procesa muy lento. Pero con las mejoras tecnológicas vamos a poder procesar en un segundo toda nuestra vida, lo cual ahora se nos hace algo incomprensible".

            “Esto es algo radical: es el fin de la edad humana. Vamos a vivir un cambio mucho más trascendental que el que vivimos al transformarnos de simios en hombres, porque aquel salto fue de un 1% en nuestro genoma, y ahora va a ser muchísimo más grande. La relación entre los posthumanos y los humanos actuales será como la que nosotros tenemos con las hormigas".


            "Tenemos tres cerebros, el reptiliano, el límbico y el neocórtex. Ahora vamos a crear un cuarto cerebro, un exocórtex en la nube, que va a ser distribuido y descentralizado, como lo es Internet, al cual nos conectaremos sólo si queremos. La nube será un cerebro increíblemente rápido y grande. Y lo que vendrá después es el fin de la edad humana, es algo que entra en el campo de la ciencia ficción, porque no sabemos qué va a ocurrir con la singularidad tecnológica. Vamos a ser parte de una inteligencia colectiva en la que desapareceremos como seres humanos independientes. Y no es algo tan raro: somos los descendientes de bacterias y de organismos unicelulares que hace millones de años decidieron juntarse y crear organismos multicelulares. Nos vamos a convertir en las células de un organismo mayor, de un cerebro planetario. Nosotros hablamos del despertar del universo, y la unidad máxima del universo será el computronium".

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