domingo, 30 de octubre de 2016

Rodea el congreso



            Para celebrar el fiasco de la acción de agit-prop que fue ayer Rodea el congreso, nada mejor que recordar esta frase de Walter Benjamin:

            “¿Qué espera esa multitud aletargada sino una catástrofe, un incendio, el Juicio Final en la sangre y las lágrimas, como un único grito, igual que un golpe de viento descubre de pronto el forro rojo encendido del abrigo? Porque el grito agudo del espanto, el pánico, son el reverso de cualquier fiesta de masas verdadera. El leve estremecimiento que atraviesa todas esas nucas impacientes en su deseo febril”.

            Walter Benjamin la escribía mientras veía lo que ocurría en la Roma, el Berlín y el Moscú de los años 20 y 30 del siglo pasado. Quizá ya estemos vacunados contra la rabia destructiva, aunque desde luego que no contra la rabia que nace enInternet.

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