viernes, 16 de septiembre de 2016

El test de Jordi Vallejo (Teatro Plaza, Castelldefels)




            Inspirado en el famoso Marshmallow test que Walter Mischel puso en práctica en la universidad de Stanford a finales de los 60s, cuando unos niños y niñas tenían que escoger entre un bombón ahora o dos al cabo de quince minutos, Jordi Vallejo monta un pieza teatral –su primera obra- donde no se miden tanto las derivadas psicológicas de la capacidad de postergar la gratificación como las relaciones de pareja. En el escenario hay dos. Una con la vida resuelta –inversor y psicóloga de éxito- y otra –empleada de ONG y autónomo- con hipoteca y un bar que no va nada bien. Los bombones del test se transmutan en los 100.000 euros ahora o un millón al cabo de 10 años que ofrece el inversor a sus amigos con problemas. El dilema que pone en marcha el juego de las tensiones de pareja y de las relaciones amistosas va derivando en la parte final en una serie de confesiones y acusaciones que desvelan un pasado con el que ninguno se siente muy a gusto y que acabará por explotar.


            El test es una pieza de teatro comercial que se muestra como tal, no engaña, con un punto de partida interesante pero a la que se le saltan las costuras. Las transiciones no acaban de estar muy bien soldadas porque se busca el efecto rápido y directo, la risa y la sorpresa, más que una definición creíble de los personajes. Si la obra se sostiene es por los actores que están todos muy bien, Sergio Caballero, David Vert, Dolo Beltrán y Clàudia Costas.

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