martes, 5 de julio de 2016

Vida privada, vida pública


         En realidad solo hay una, la vida. El tiempo nos roe y el espacio nos limita: entre uno y otro, en el intersticio, habitamos un presente escurridizo, perturbado por las sombras de lo que fue y los halagos de los sueños que nunca se realizan o no del modo que el deseo nos promete. Privatizar la vida es una derrota con enormes costes en forma de desequilibrios mentales. No puedo decir: me retiro a mis asuntos privados, a la vida familiar, porque en ese huerto cerrado crecen malas hierbas y los ideales que la forjan acaban en pudridero. El estado de la vida pública no es menos mental: ejercicios de retórica no menos putrefacta, quien la enuncia lo hace con la lengua sucia y el cuerpo de paja, sólo puede engañar a quien necesita ser engañado. El engaño es la forma asumida por quien habla y por quien escucha: ambos han renunciado a vivir la vida verdadera y única, la vida sin más, desadjetivada, despojada de entelequias.

         El sol tamizado cayendo sobre la plaza esta mañana, la iglesia con los ventanales abiertos como todos los veranos, la gente en las mesas con el móvil en la mano, un periódico, un libro, una conversación o la mirada perdida en los transeúntes sin prisa, aligerados. Este paréntesis, preludio de otros paréntesis, continuación de otros paréntesis no premeditados. Puesto que no sabemos hacer del presente un continuo, procedamos a vivir entre paréntesis.


         Todo fruto del azar de una configuración precisa en un equilibrio precario. Podemos saber de los constituyentes elementales, del sustrato químico, de la organización biológica, del entramado psíquico, podemos especular sobre el origen, reconstruir los caminos del pasado, quizá predecir, pero nadie ha sabido explicar aún el milagro de estar vivo ahora, de vivir este instante preciso, de saber que está ocurriendo y decirlo. 
            “Para los que somos físicos convencidos, la distinción entre presente, pasado y futuro no es más que ilusión, aunque persistente”.
                                                                  (Albert Einstein).

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