martes, 17 de mayo de 2016

Enfrentarte a tu propio pueblo



     "Las convicciones hay que defenderlas de por vida. Para un escritor ruso enfrentarse al poder es una situación normal. Desde el siglo XVI es así. Lo que sí es más complejo es enfrentarte a tu propio pueblo."


     Tal vez la señora Alexievich crea que ésa es una situación peculiar del escritor en la Rusia autócrata. No. Ésa es ya la tarea fundamental, y urgente, del intelectual democrático.

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Javier Reverte:

     En plena batalla de Inglaterra, con los cielos londinenses infestados de aviones nazis, los ministros del Gobierno británico plantearon a su premier Winston Churchill la necesidad de recortar múltiples partidas presupuestarias para que todos los esfuerzos se concentrasen en la guerra. Churchill era un político del sector más conservador de su partido y un absoluto defensor de la lucha contra Hitler; pero cuando uno de sus ministros sugirió reducir los presupuestos de la cultura —palabra que a los nazis les provocaba deseos de sacar la pistola, según unas famosas palabras de Goering—, brincó de su sillón y bramó: “Y entonces, ¿para qué combatimos?”

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