viernes, 1 de abril de 2016

Atiende a la música



El hombre que no tiene música en sí mismo y no se mueve por la concordia de dulces sonidos, está inclinado a traiciones, estratagemas y robos; las emociones de su espíritu son oscuras como la noche, y sus afectos, tan sombríos como el Erebo: no hay que fiarse de tal hombre. Atiende a la música. (El mercader de Venecia, Shakespeare)


            Si la música no fluye, si del silencio nada mana en el árido desierto, hay que buscarla en otro sitio. En este grupo de jazz noruego, The Trondheim Jazz Orchestra, al que acompaña el saxo Joshua Redman, por ejemplo. Una música muy física, como lo es el jazz en general, pero aquí reforzada por el bajo y el propio Redman que parecen convertir al propio cuerpo en instrumento, cuerpo golpeado para que suene, lo que hace que el ritmo vaya ganando en intensidad hasta llegar a ser explosivo.

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