domingo, 7 de febrero de 2016

Enamorarse de malas ideas


Hugo Chávez en Caracas en 2012.

            ¿Comprenderemos alguna que vez nuestra única y verdadera patria común es la realidad (Albert Camus)?

            La realidad avanza más rápido que la conciencia, tanto que a menudo la torcemos para que se ajuste a nuestros ideales. Por ejemplo, las mujeres son más libres y tienen más oportunidades de lo que la opinión pública cree o manifiesta.

            “Nuestros hijos deben saber que han tenido la inmensa suerte de nacer en un país donde existe el respeto a las mujeres y donde las niñas llegarán donde quieran”.

            Sucede en el ámbito del "género" y sucede en los grandes temas que debate la sociedad. Es exactamente lo que ocurre con el actual bloqueo político. La realidad pide pactos para avanzar, pero la opinión política los frena. Y eso ocurre no sólo con los profesionales de la política, las mentes de la ciudadanía están igualmente atascadas. 

            Nos empeñamos en apoyar ideas que hemos visto fracasar, aunque algo en nuestra mente niega tal fracaso. “Sigmund Freud lo llamó la compulsión a la repetición: volver a hacer lo que ya se hizo y que se sabe que da malos resultados? ¿Es cuestión de educación y cultura política o de algún defecto en la construcción de nuestra mente?


            “El demagogo es quien predica doctrinas que sabe que son falsas a personas que sabe que son idiotas” (H. L. Mencken).

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