jueves, 30 de octubre de 2014

Camino 24


       Ambasmestas - Triacastela. Quizá el trastorno de esta última fase del camino consista en la pérdida del sentido común. Cómo entender si no que en estas últimas etapas nos haya dado la locura del maratón. Etapas de 40 kms, como ésta que nos ha traído a Triacastela después de subir O Cebreiro, con 700 de desnivel en 9 kms y luego la bajada de otro tanto. Además, hemos bajado corriendo, con la excusa de que de ese modo nos desgastamos menos, y parece ser cierto. Con ello apenas vemos el paisaje o los pueblos, las iglesias o los monumentos. No somos los únicos, mi grupo y yo, veo que a otros también les da esta locura de llegar cuanto antes. La excusa que suelen poner es llegar a Santiago a la misa de peregrino del domingo para ver el bamboleo del botafumeiro. He comido con una pareja de Girona -el menú, uno de los mejores- que me llevan 7 días de ventaja. Ellos salieron de Saint Jean el catorce, yo el siete. Una extraña competición deportiva. En algún momento se me cruzaron los cables y mi plan inicial de hacer el camino solo se vino abajo y todo se trastocó. Eso no quiere decir que no esté satisfecho. Lo estoy. Reconozco que he disfrutado subiendo y bajando. Lo que pasa es que esperaba otra cosa del camino.

    Mientras escribo en un ordenador al que no hay modo de ajustar el ratón, llega Felipe y me saluda. Me sorprende verlo, le digo, pensaba que estaría muy atrás en el camino. Felipe es un mexicano instalado en Hawai y que para nuestro grupo tenía fama de gran juerguista. Me explica que ha hecho 50 kms y que piensa seguir haciendo jornadas de esa tirada. Tiene motivos para ello. Parece estar harto de sus compañeros y de la fase bebedora, además quiere llegar a Cospostela el domingo para asistir a la misa del peregrino a lo grande. Le digo que no lo conseguirá, que son muchos kms. También me confiesa que había comenzado el camino con la intensión de resolver algunos problemas y que en la jornada de hoy, a solas en el caminar, ya había resuelto algunos. Me pregunta que si las cañas de sidra que sirven a presión en el bar tienen alcohol.


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