sábado, 2 de agosto de 2014

Zagreb



            Zegreb sí tiene empaque de gran capital europea, aunque el país en su conjunto diste mucho de tener masa crítica como para poder influir en la marcha de la UE con sus 4 millones trescientos mil habitantes, un millón menos, por ejemplo que la Comunidad valenciana. Zagreb tiene 800.000 habitantes. La ciudad tiene su origen en un asentamiento en dos colinas, en sus tiempos separadas por un torrente, hoy centro de los poderes religioso y político: en un lado la Catedral de San Esteban, con su santo patrón, Alojzije Stepinac, el cardenal que se enfrentó sucesivamente a las autoridades fascistas y comunistas, beatificado por Juan Pablo II, convenientemente expuesto su sepulcro junto al altar. En la otra colina, el político, con las sedes del gobierno y el parlamento –sabor-.



         La ciudad fue duramente castigada por el terremoto de 1880 y muy reformada por el arquitecto nacional croata, Hermann Bolle, hasta el punto de que, por ejemplo, en la catedral prevalecen los elementos neogóticos sobre los originales. De Bolle su obra más impresionante es el gran cementerio de la ciudad.


            El resto de los edificios monumentales está al otro lado de la calle Ilica y de la plaza principal, Bana Jelacica, al pie de las colinas, que dividen la ciudad institucional del resto. Esta parte más moderna fue diseñada por Bolle en torno a unos monumentales jardines en forma de U que abrazan el ensanche de la segunda mitad del XIX: museos y galerías de arte, teatro nacional, jardín botánico, archivo histórico y estación de ferrocarril. En torno a ese complejo de calles la vida hierve como en cualquier ciudad, con magníficas heladerías y cafeterías, tiendas de moda y recoletas calles, las que asciendes a las colinas, con restaurantes con muy buen precio. Están presentes las influencias centroeuropeas, italianas y orientales, en la arquitectura, en la comida, en el gran mercado de flores y frutas lleno de colorido bajo las espigadas torres de la catedral.


           Más abajo, al otro lado del gran río Sava crece la ciudad más moderna, el Nuevo Zagreb, parques, hipódromo, pabellones, ciudad financiera.

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