Al comienzo
de la peli unos hombres son descubiertos en sus escondites del bosque. Viven en
huecos subterráneos disimulados bajo hojas secas y ramaje. Un cura ensotanado y
otros dos hombres armados les persiguen pero logran escapar. El jefe de los
perseguidos, Borgman, intenta a continuación entrar en casas burguesas pidiendo
que le dejen tomar una ducha porque está sucio. Por fin consigue hacerse pasar
por jardinero en la moderna casa de una familia burguesa con tres niños. Pronto
la vida de esa familia se comienza a alterar. La madre de la familia tiene
sueños extraños que la incitan a la violencia; también el marido y una de sus
hijas se muestran con violencia. Borgman hace que toda su pandilla se aloje en
la casa y que comience a modificar el jardín, el estanque, las plantas. ¿Pesadilla, alucinación, infierno? Cuando
todo haya acabado y la casa burguesa quede deshabitada los hombres de Borgman se adentrarán
en el bosque.
Hay muchas
pelis que se parecen a esta, las que más las dos versiones de Haneke de Funny
Games, aunque Haneke elabora mucho más sus películas, sus guiones redondos, la realización impecable, el significado abarcable. Alex van Warmerdam el
director y guionista holandés de Borgman ha tenido una idea y poco más. Una
idea poderosa, extraña, desasosegante pero sin completar, sin ajustarla a un
ensayo o a una fábula con sentido. Si lo que quería era incomodar al espectador
lo consigue, aunque no se sabe qué se está viendo, una peli de terror, pura
fantasía, una fábula religiosa o una alegoría sobre nuestro mundo. Hay progresión
en el relato, cambios en el carácter de los personajes al modo de como una enfermedad va
apoderándose de un cuerpo sano, pero no se sabe qué produce los cambios, cuál
es el objetivo, qué pretenden los
causantes aparte de la pura destrucción. Es decir, ver una peli como esta sólo sirve
para pasar el rato, para pasar un mal rato. Sobran las preguntas, no hay
inquietud que dure lo que dura el metraje.
1 comentario:
menuda mierda de pelicula, tal cual
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