martes, 17 de junio de 2014

La sinrazón en primera página


          Muy a menudo, cuando nos damos cuenta de que hay que pelear por lo obvio, por el sentido común, por el bien general, ya es demasiado tarde. ¿Los que más vociferan, los que ocupan la calle con una constancia cansina, fotogénicos como son, pues siempre sus iniciativas están en primera plana, son los que tienen razón? En este caso, al menos, no, no la tienen porque sus voces no reclaman igualdad o libertad. Les moviliza una ideología reaccionaria que levanta muros, prohíbe, estigmatiza, constriñe la libertad de los demás. Lo curioso del caso es que la inacción de la mayoría termina por propiciar el triunfo de esa minoría antidemocrática, subvencionada, publicitada, que vuelve la convivencia más difícil, que recluye como topos ciegos y atemoriza a los que somos más. Una desgracia de difícil reparación.

“La crónica de nuestro periódico sobre la manifestación del sábado en Barcelona va titulada Clamor por la escuela catalana. Puede resultar engañoso ese encabezamiento, porque parece indicar que los manifestantes salieron a la calle para defender la enseñanza en catalán, la cual afortunadamente goza de excelente salud. La triste verdad es que la manifestación era a favor de la mutilación de la escuela catalana, es decir, contra la enseñanza en castellano de quienes legítimamente quieren recibirla y piensan correctamente que la escuela no es menos catalana por ofrecerla. En esa manifestación no se defendía ningún derecho amenazado, sino solo el arbitrario derecho a prohibir a otros ejercer los suyos”. Fernando Savater en El País.

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