
El azar por
la yuxtaposición inesperada de hechos o palabras produce efectos sorprendentes,
como explica Kundera en sus historias. He leído alternadamente a Joyce y a
Alice Munro (A.M.). Me parece que las historias de la escritora canadiense son
la culminación, o una de ellas hasta donde yo he leído, del giro iniciado por
Joyce. En los relatos de A. M. es la mujer quien muestra el mundo, pero desde
un punto de vista nuevo, diferente al masculino. El mundo ya no se ve desde las
relaciones de dominio, sino más bien desde los afectos. En esa recomposición el
hombre anda perdido, la mujer configurando las nuevas relaciones lo desplaza
sin proponérselo. En la cosmovisión masculina las relaciones eran de dominio,
de poder sobre sus semejantes, de conquista del sexo opuesto, los perdedores
eran hombres derrotados. En la nueva las mujeres se adaptan, buscan un lugar en
el que acomodarse, en el que ser felices, buscan el afecto. Aquí, los
perdedores son inadaptados. Un buen ejemplo es el relato Tren de Mi
vida querida. Con sus dos personajes principales Belle que necesita muy
poco para adaptarse y vivir una vida tranquila y Jackson, asustado, huidizo que
no se encuentra cómodo en ningún sitio.
En el
periodo de dominio de los hombres muchas mujeres, la mayoría, se adaptaron a
él, algunas se comportaron como hombres; ahora muchos hombres andan a la
deriva, otros adoptan la cosmovisión femenina, pienso en Almodóvar por ejemplo
y su éxito femenino. Ahora la adaptación de las mujeres consiste en hacerse al
mundo nuevo y cambiarlo.
En los
relatos de A.M. las mujeres no siempre necesitan al varón para vivir, los
cambian con facilidad o los abandonan. Son rebeldes a su dominio o están es
proceso de adaptación. Creo que es la primera escritora que yo haya leído donde
el punto de vista femenino se manifiesta con tal claridad.
Mi vida
querida el último conjunto de relatos de A.M. es desigual. Da la impresión
de que haya agavillado historias guardadas en los cajones, muchas de ellas situadas
en la posguerra, cuando ella era joven, salvo quizá la primera, Llegar a Japón,
donde presenta a una mujer de nuestro tiempo.
Curiosamente
la protagonista de Llegar a Japón, el primero de los relatos de Mi
vida querida se llama Greta, como la mujer del relato de Los muertos
de Joyce. Una broma más del azar. Greta quiere que pase algo en su vida. Está
casada, tiene una hija, pero algo le da vueltas en su interior. Primero escribe
una carta más o menos al azar, a la ciudad a la que se dirige en tren. Luego
conoce a un chico en el tren con quien tiene una aventura. Finalmente el
remitente de su carta le está esperando.
En Amunden,
una chica llega como maestra contratada a un sanatorio de tuberculosos en la
montaña. Allí conoce al doctor Fox y a Mary, la hija de la cocinera. Intuye una
relación extraña entre los dos, pero cuando el doctor la invita a su casa
acepta la invitación. Luego, le pedirá que se case con él y cuando está todo
preparado para la boda el se vuelve atrás. “Aunque no lo sepas, quizá hoy
haya sido uno de los días más afortunados de tu vida”, le dice antes de
despedirse.
En Irse
de Maverley un policía, Ray, pendiente de su esposa enferma, sigue a
distancia la vida de Leah, desde que escapa de su familia, de confesión religiosa
estricta, con el hijo de un ministro del señor, hasta que vuelve con un hijo
pequeño, tiene un asunto escandaloso con el nuevo pastor y la reencuentra en el
hospital donde su esposa está muriendo y ella, Leah, se le ofrece para cuidar
su casa.
En Grava,
la narradora admira a su hermana rebelde, Caro, que no acepta que su madre haya
abandonado a su padre por Neal, un hombre que no se compromete por nada y que
llegado el momento no es capaz de saltar a un estanque donde Caro se ahoga.
En Santuario,
Dawn la tía de la joven narradora –trece años- está tan pegada a su marido el
doctor Jasper que parece camuflada en el decorado de la casa.
Orgullo
es la historia de un hombre apocado, acomplejado por un defecto físico. Y de
Oneida, que hace lo posible por adaptarse a la minusvalía mental y física de
ese hombre, un hombre que parece no tener remedio.
En Corrie
quien tiene el defecto es ella, Corrie, coja por la polio. Sin embargo es rica
y un joven arquitecto se aprovecha de ello para tenderle una trampa y sacarle
el dinero mediante un chantaje simulado. Corrie se enterará pero no le importa,
lo deja estar.
En Tren
Belle se adapta. Jackson es el inadaptado.
A la
vista del lago es un cuento raro, se sale de la tónica. Es como una
continuación o un preludio, vete a saber, de Ver las orejas al lobo,
pero muy inferior a él. La pérdida de la memoria de una mujer mayor.
Dolly
es la historia de dos ancianos que planean su muerte porque creen que ya nada
puede pasarles. Sin embargo, la vida no se detiene y algo pasa. Se presenta una
antigua novia de Franklin y a la narradora le entra el pánico.
Finale
reúne un conjunto de cuatro textos, recuerdos de la infancia y juventud de A.M.
un tanto deslavazados.
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