
Rescate,
del escritor australiano David Malouf, va de eso. Recuerda los antecedentes, la
muerte en combate de Patroclo, el amigo desde la infancia de Aquiles, el
combate entre Héctor y Aquiles, la muerte de aquél, la cólera de éste, que durante
once días arrastra el cuerpo de su enemigo muerto ante las murallas de Troya,
pero el núcleo de este nuevo relato, el empeño de Malouf, es completar en un
punto una de tantas cosas que falta en la Ilíada , el viaje de Príamo hasta el campamento
griego para rescatar el cuerpo de su querido hijo, Héctor, y rendirle los
honores que merece. Asegura David Malouf que contamos las historias porque
necesitamos escucharlas y que esas historias se trasforman al contarlas. Es lo
que sucede con su historia, donde Príamo cobra nueva vida.
Después de
describir el palacio donde vive el rey, de presentarnos a alguno de sus
numerosos hijos y de hacer conversar largamente a Príamo con su mujer, Hécuba,
el rey hace que contraten en el mercado a un humilde carretero para que lo
acompañe hasta el campamento griego. La carreta, uncida a dos mulas, una de las
cuales, Preciosa, adquirirá protagonismo, lleva un tesoro que se ofrecerá a
Aquiles como rescate para obtener en su lugar el cuerpo de Héctor.
Si el gesto
de Príamo al despojarse de su dignidad real para suplicar a Aquiles que le
devuelva a su hijo ya es un rasgo de humanidad, la convivencia con Somax, el
carretero, durante el viaje, le descubrirá una forma de vida a la que Príamo ha
vivido ajeno: refrescarse los pies en el agua del río, comer una tortita
preparada por la nuera del carretero, dejarse mordisquear los pies por los
pececillos del río, la propia charla con el carretero, donde éste desvelará una
vida tan distinta de la suya.
Sin embargo,
lo que hace que Rescate sea memorable es la forma de narrar de Malouf,
que se acerca a la forma clásica de los grandes autores, donde concisión en el
asunto y precisión en los detalles y en las palabras elegidas, así como en la
forma de labrar las frases como esculpidas en las páginas donde van asomando. Sin
olvidar los temas, la paternidad y su compañera la responsabilidad, la guerra y
su trastorno, la camaradería entre compañeros pero también con los enemigos
cuando se tiene ocasión de enfrentarlos y conocerlos, los sentimientos, el
dolor, la ternura, que acompañan a los hombres cuando se quedan a solas.
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