Hitchcock

              Tras rodar con éxito en 1959 North by Northwest (Con la muerte en los talones) Alfred Hitchcock quiso llevar al cine una historia truculenta de asesinatos familiares en Wisconsin. A los estudios de Hollywood nos les convenció la rentabilidad de la empresa y se negaron a financiarla, así que Hitchcock decidió arriesgar su capital para rodar por su cuenta Psicosis, que con el tiempo se convertiría en su mayor éxito comercial. Esta película, titulada Hitchcock, narra las circunstancias que rodearon el rodaje de aquella película: la crisis en el matrimonio del director del suspense con Alma Reville, que en la peli aparece como una colaboradora indispensable en sus proyectos, puliendo los guiones, controlando la exuberancia de su marido; sus problemas con la censura, que le impedía tomar imágenes de Vera Miles desnuda en la ducha; la morbosa relación del director con sus actrices Vera Miles o Janet Leight, los problemas con las productoras y distribuidoras.

              No sé si lo que me cuenta la peli es cierto o son elaboraciones de los guionistas, tan precisas, tan medidas, tan bien rematadas, pero esta peli me ha resultado muy divertida, sobre todo por el trabajo de los actores. Divierte ver a Scarlett Johansson y a Jessica Biel transformadas en Janet Leigh y Vera Miles, a James d'Arcy en Anthony Perkins o a Toni Collette como la secretaria del cineasta. Pero la peli alcanza su objetivo cuando entra en acción Anthony Hopkins, que está en casi todas las escenas, en especial en las que comparte con Helen Mirren, con réplicas llenas de inteligente ironía. Es un festín ver la composición de Hitchcock por parte de Hopkins, cómo ha conseguido transformarse para la ocasión, cómo se convierte en el centro del escenario. No le va a la zaga Helen Mirren. Todo el mundo sabe que son buenos actores, pero aquí lo bordan, los personajes que interpretan les han llegado en el punto álgido de su madurez.

              La peli es como un juguete con el que te diviertes por la novedad y el brillo, no es una meditación sobre el sentido, pero nunca llegas a tener la sensación de estafa de tantas películas insípidas. Cine sobre el cine en dos dimensiones. Es decir, una prolongación del propio estilo Hitchcock.