miércoles, 13 de febrero de 2013

Más relatos de Alice Munro



6. Callie es una chica peculiar, pequeña, entregada al trabajo, solitaria. Parece que en vez de tener 19 años tenga 12. Vive en la casa de huéspedes de la señora Kernaghan. Un día esta cuenta la historia de cómo Callie llegó hasta allí, de cómo la recogió, aunque quienes la escuchan, Sam y Edgar, dos primos que llegan para instalarse en la casa hasta final de curso, parece que no están muy dispuestos a creersela. Callie, algunas noches les acompaña a patinar a una pista iluminada por un foco bamboleante que llaman la luna. Sam Y Edgar hablan de mujeres, qué le harían a ésta o qué a aquella. Así llegan hasta Callie.

7. Jesse y Meribeth son dos colegiales que un día han de sentarse juntas para compartir el libro en clase. Desde entonces se hacen amigas. Se escriben notas, se juran lealtad a lo largo de la vida, contarse todo antes que a ninguna otra persona, incluso después de haberse casado y tener hijos. Meribeth vive con su hermana en una pensión. Su padre, que se ha casado de nuevo tras la muerte trágica de la madre, no quiere que viva con él, a cambio le da dinero para que se compre ropa. Meribeth viste bonitos vestidos y usa todos los cosméticos que una chica puede desear. Jesse, la narradora –las dos decidieron reescribir sus nombre desde los originales Jessie y MeriBeth- , vive con su tía y sus dos primos para poder estudiar. Beatrice la hermana de Meribeth tiene novio, un aprendiz de peluquero: les espían y oyen lo que hacen cuando están juntos en su habitación. Jesse ayuda a su tía como asistencia en la gran casa de una señora rica y elegante, la señora Cryderman. Esta se ha casado no hace mucho con un hombre bastante más joven que dice haber combatido en Birmania. A menudo hablan de los chicos, Meribeth dice que un hombre se le acercó y le dijo si quería f… con él. Jesse, entonces cuenta una mentira, dice que tiene un enamorado. Cada día que pasa Meribeth le pregunta cosas sobre él. Jesse se oye a sí misma diciendo que es el marido aventurero de la señora Clyderman. A partir de entonces su mentira se hace más elaborada para atender a todas las cuestiones que le plantea su amiga. Al final, la realidad se hace presente y Jesse en encontrará en un lío.

                 Alice Munro nos deja entrar en un mundo al que los varones no tenemos acceso por mucho que intentemos imaginar. A veces algunos se preguntan sobre si hay diferencia entre la escritura hecha por hombres o por mujeres. Este es un relato que sólo una mujer podría contar.

                  La maravilla Alice Munro es la forma tan sencilla como cuenta sus historias, sencilla en la forma pero compleja en el entramado de sentimientos y dilemas morales que plantea. De todos modos su sencillez expositiva requiere una enorme experiencia y gran dominio del lenguaje, cosas de las que pocos escritores pueden presumir.

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