Todo no es cuestión de voluntad, pero en algunas cosas sí. Veo
al 2013 dándonos la mano para que nos pongamos en pie, miremos de frente y a caminar. Este año tiene una ventaja con respecto a la dulce
sonoridad del 2012 y su apacible abatimiento, que para pronunciarlo, para decir
2013, la lengua nos exige una concentración suplementaria de energía, en la implosiva
r, ligeramente asibilada por la t de trece, más en el español de América que en el peninsular.
No sólo nos vamos a poner en pie de nuevo, cada uno de
nosotros, sobreponiéndonos al desespero, vamos a correr a gorrazos a los que
nos han traído hasta aquí, porque si queremos empezar sobre nuevas bases no
podemos tener a la vista como si nada hubiese pasado a los que nada previeron o
no quisieron poner remedio cuando podían o se lo llevaron crudo. Que
desaparezcan de nuestra vista para ver cómo el mar rompe sobre la arena o cómo
al abrirse la niebla, más allá de los bloques de pisos vacíos, el horizonte se
despeja a nuestro paso.
Y si todo es cuestión de energía, agoreros y optimistas, a favor y en contra.
Después de todo en el 2012 ha habido quien ha reído y bailado.
Después de todo en el 2012 ha habido quien ha reído y bailado.
Viva 2013.
2 comentarios:
Bon any, Toni.
http://allausz.blogspot.com.es/2013/01/un-numero-lleig.html
Lo mismo te deseo, Joan. Gracias por el enlace.
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